
La guerra entre Occidente y China por el dominio mundial del sector del automóvil abre nuevo capítulo con la amenaza deslizada por Pekín en las últimas horas. Tras la decisión hace unos días de EEUU de aplicar un arancel del 100% sobre el precio de importación de los coches eléctricos chinos y mientras se acerca el final de la investigación de la Unión Europea sobre las subvenciones de Pekín a sus fabricantes nacionales para competir globalmente con más fuerza, China ha dejado caer aranceles de hasta el 25% a los automóviles importados con motores de gran cilindrada.
Ha sido la Cámara de Comercio China ante la UE quien dice haber sido informada sobre la posible medida por "personas con información privilegiada", según un comunicado publicado en X. Los gravámenes afectarían a los fabricantes de automóviles europeos y estadounidenses y tendrían un impacto "significativo" en las relaciones con la UE, añade el lobby en Bruselas. La cámara china, informa Bloomberg, se refiere a una entrevista publicada el martes por el diario Global Times, del gobernante Partido Comunista, en la que Liu Bin, experto jefe del Centro de Investigación y Tecnología del Automóvil de China, pedía aumentar temporalmente el tipo arancelario de los coches con motores de más de 2,5 litros. En definitiva, una vuelta de tuerca más en plena escalada de las tensiones comerciales de China con EEUU y la UE.
Lo cierto es que Pekín está intensificando sus amenazas de represalias a medida que se acerca la fecha límite para que la UE anuncie los resultados de su investigación sobre las subvenciones chinas a los vehículos eléctricos. El bloque debe informar a los exportadores chinos de su intención de imponer aranceles a principios de junio, que podrían entrar en vigor un mes después, según Eurasia Group.
Las tensiones comerciales entre la UE y China se han disparado desde que se anunció la investigación sobre los vehículos eléctricos, y la visita del Presidente Xi Jinping a Europa este mes no parece haber contribuido a aliviar la tensión. Xi pretendía disuadir al bloque de seguir el mismo camino que EEUU, que ha presentado una amplia serie de gravámenes a las importaciones procedentes de China, lo que ha suscitado en Pekín la preocupación de que los aliados estadounidenses sigan su ejemplo.
"Las investigaciones y advertencias comerciales de China no están disuadiendo a la UE", escribieron los analistas de Eurasia Group en una nota el martes. "Bruselas está ansiosa por enviar una fuerte señal a Pekín con su investigación sobre los coches eléctricos de que la UE contrarrestará las subvenciones y el exceso de capacidad chinos". Los analistas del sector calibran que Bruselas podría decantarse por un arancel que vaya del 15% actual a un 30%. Sin embargo, expertos como los del Grupo Rhodium calculan que serían necesarios aranceles de en torno el 40%-50% para que Europa pueda frenar lo que ya se conoce como 'invasión' del coche eléctrico chino.
China importó el año pasado 250.000 coches de esa categoría y las normas de la Organización Mundial del Comercio permitirían un arancel de hasta el 25%, según el informe citado por Liu. Los fabricantes europeos de automóviles más afectados serían los alemanes, con Mercedes-Benz y BMW en el foco, según detalla a Bloomberg Daniel Kollar, director del departamento de automoción y movilidad de la consultora Intralink.
Otras marcas alemanas también lo sufrirían: la mayor parte de las importaciones chinas de automóviles pertenecen al segmento de lujo, con las también alemanas Porsche y Audi y la británica Range Rover entre las 10 principales marcas en 2023. Los modelos con motores más grandes, como el SUV GLE y la berlina Clase S de Mercedes y el SUV Cayenne de Porsche, podrían verse afectados si se aplica el nuevo arancel. Las acciones de los fabricantes de automóviles europeos que podrían verse más afectados por un posible arancel caen en bolsa este miércoles. Las alemanas BMW, Porsche y Mercedes-Benz registran caídas entre el 1,5% y el 2,5%. Volkswagen también se deja más de un 1%.
La firma japonesa Toyota sería otra gran damnificada. La marca Lexus de Toyota encabezó la clasificación general de importaciones el año pasado con 180.000 ventas, más de una quinta parte del total. Si Pekín decide aplicar el arancel a todos los países, la empresa nipona podría convertirse en un daño colateral en la disputa comercial con la UE y EEUU.
Además del ataque al comercio de automóviles, China ha insinuado recientemente que podría imponer gravámenes a los vinos y productos lácteos europeos, y ha iniciado una investigación sobre las exportaciones europeas de brandy. En medio de la preocupación mundial por el aumento de las exportaciones chinas, el sector de los vehículos eléctricos es objeto de especial atención. China produce más coches eléctricos que ningún otro país y controla la mayor parte de la cadena de suministro de baterías. Ante la guerra de precios y la ralentización de la economía nacional, sus fabricantes de automóviles buscan expandirse en el extranjero. El año pasado exportaron 1,55 millones de vehículos eléctricos, el 40% de ellos a Europa.
Desde las instancias oficiales de Pekín no se confirma nada, pero se advierte. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, fue preguntado por el conflicto del automóvil con Europa en una reunión informativa celebrada el miércoles en Pekín. "Hemos tomado nota de las declaraciones pertinentes de la parte europea y esperamos que cumplan sus compromisos de apoyar el libre comercio y oponerse al proteccionismo", declaró.