España ultima la llegada de tres importantes inversiones en materia de electromovilidad. Dos de ellas son inversiones para levantar un par de gigafactorías de baterías para vehículos eléctricos, mientras que otra está relacionada con la actividad productiva de vehículos.
La más importante de todas ellas es la del grupo Stellantis. El consorcio francoitaloamericano, que tiene en España tres fábricas (Vigo, Figueruelas y Madrid) tiene pensado levantar una gigafactoría en Figueruelas. Para ello, Stellantis logró para este proyecto un total de 55,86 millones de euros de la segunda edición del Perte del vehículo eléctrico y conectado (Perte VEC), una quinta parte de lo que solicitó. El consorcio automovilístico reconoció que la resolución final "no ha cumplido sus expectativas". Pese a ello, el grupo capitaneado por Carlos Tavares aseguró que es "necesario seguir trabajando junto con la administración para obtener el apoyo necesario para que este proyecto sea económicamente viable y se materialice". El grupo ha reiterado en multitud de ocasiones que "apuesta por España como país receptor de las inversiones previstas para futuros proyectos industriales", pero siempre ha hecho hincapié en el "imprescindible" apoyo de las administraciones públicas. Y es que la subvención máxima a la que optaba el consorcio francoitaloamericano, a través del Perte, para poder levantar una gigafactoría en Zaragoza asciende hasta los 200 millones de euros.
Pero esta inversión también supondría la llegada del gigante chino de baterías CATL. Y es que, en caso de que llegue a buen puerto, la gigafactoría de Stellantis en Zaragoza se encargaría de producir baterías de ferrofosfato de litio (LFP), lo que garantizaría ya no solo el futuro de la región, dado que crearía 3.000 empleos, sino que también lograría una reducción en el precio de los vehículos eléctricos. Y es que las baterías de ferrofosfato de litio se diferencian de las de níquel, manganeso y cobre (NMC) en tener una menor densidad energética (menos autonomía) y en que su coste es menor a las de NMC.
Pero no es la única inversión que está pendiente de ser cerrada en España. La compañía eslovaca InoBat se ha comprometido a levantar una gigafactoría de baterías en Valladolid. A finales de 2023 se terminó de cerrar el acuerdo de inversión. Esta gigafactoría contará con una capacidad de 32 GWh y se desarrollará en varias fases. En una primera fase, que se organizará en 2024, llegará a los 8 gigavatios y todo ello redundará en que pueda generar entre 300 y 500 puestos de trabajo directos en Valladolid, para dar servicio principalmente al mercado de Europa Occidental.
La compañía presentó su proyecto a la línea de baterías de la segunda edición del Perte VEC. Dado que las bases de estas ayudas recogían la concurrencia simple, es decir, los proyectos se resolvieron por orden de llegada, InoBat se quedó sin fondos al presentar su proyecto el último día de plazo que tenía disponible.
No obstante, InoBat tiene previsto acudir a las siguientes convocatorias del Perte VEC para lograr fondos a la hora de instalar su gigafactoría.
Chery ultima su aterrizaje
Otro proyecto que está pendiente de resolver su inversión en España es el del grupo chino Chery. El gigante asiático, propietario de las marcas Omoda y Jaecoo, se encuentra en una fase de negociación con el Gobierno de España y el de la Generalitat de Cataluña con el fin de establecerse en las antiguas instalaciones que tenía Nissan en la Zona Franca de Barcelona. "Trabajamos con diferentes escenarios y, en el peor de todos, contemplamos la creación de mil puestos de trabajo", aseguró el vicepresidente del Grupo Chery, Charlie Zhang, en una reunión con medios en la que participó elEconomista.es. Una cifra de empleo que permitiría reincorporar a los 900 exempleados de Nissan que aún no han encontrado un empleo tras la salida de Nissan de Zona Franca en 2021.
El directivo chino reconoció que, en caso de establecerse en Barcelona, tendrán "línea de carrocería, ensamblaje y taller de pintura". De hecho, se trataría de ensamblaje CKD, es decir, unidades semiensambladas. Zhang defendió el "fuerte interés por parte del Gobierno central y el autonómico en la reindustrialización". El vicepresidente del Grupo Chery reconoce que esperan "obtener apoyos por parte del Gobierno para finalizar nuestro plan de viabilidad lo antes posible". No obstante, Zhang no descarta otras localizaciones en España, como puede ser Valencia, donde se reunió la semana pasada con otros fabricantes.
Fruto de este plan a largo plazo, el directivo reconoce que "el mercado europeo es muy importante para nosotros", aunque explica que "es muy diferente y muy complicado, en términos de regulaciones y competencia". Zhang hace hincapié en que "no están haciendo negocios para uno o dos años, sino que debemos apuntar al crecimiento a largo plazo". Por este motivo, el directivo evita hacer previsiones de venta o de cuota de mercado en el Viejo Continente.
Lo cierto es que España se mantiene en la carrera de fondo que atraviesa la industria del automóvil. Pese a tener puntos a favor, como la energía renovable; tiene otro en contra, como es la escasa penetración del vehículo electrificado en el parque automovilístico.
Tesla busca suelo en Europa
Tesla baraja diferentes opciones a la hora de instalar una nueva gigafactoria en Europa. España, Italia y Francia son los destinos mejor situados a la hora de acaparar esta inversión. En el caso de España, el año pasado mantuvo contactos con la Generalitat Valenciana para levantar una gigafactoría con una inversión superior a los 4.500 millones de euros. Pero el excéntrico magnate sudafricano, Elon Musk, fundador de la firma norteamericana, también mantuvo contactos con el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, y la primera ministra de Italia, Georgia Meloni, con el mismo fin. La caza para lograr incentivos continúa.