La versión familiar del ID.7 no se llamará Variant, como en el Passat, sino Tourer, pero quiere ser tan competente como ha sido el Passat durante nueve generaciones y con gran autonomía.
Este trimestre comenzará la preventa en Europa de la versión familiar del ID.7, que se denominará Tourer. Sus líneas exteriores ya eran conocidas, porque Volkswagen ya se había cuidado de desvelarlas oficialmente en un prototipo usado como un lienzo, decorado con un camuflaje de luces de atardecer.
Como en cada lanzamiento, la información va llegando con cuentagotas. Se ha dado a conocer que tendrá cinco plazas y un maletero con una capacidad de hasta 605 litros (1.714 litros con los asientos posteriores abatidos). Con un tamaño exterior idéntico a la berlina ID.7, la versión Tourer ofrece casi 75 litros más de maletero. Presume de ser uno de los pocos modelos familiares eléctricos de gran formato, porque en su tamaño militan un Porsche Taycan o un BMW i5 cuyos precios presumiblemente estarán en otras ligas.
Ofrecerá una autonomía WLTP de 685 km, una cifra ya notable, que debería permitir viajar sin inconvenientes, algo que Volkswagen necesita que el cliente crea, para hacer el tránsito al vehículo eléctrico. Esta autonomía, bien superior a la del ID.3, no se debe tanto al tamaño de las baterías, sino a un grupo propulsor mucho más eficiente que estrenó el ID.7 berlina, el denominado APP 550.
El ID.7 Tourer se anuncia, como la berlina, con dos posibles baterías. Todo parece indicar que sean las mismas (77 kWh y 82 kWh de capacidad), y anuncian de nuevo que la mayor se puede recargar a 200 kW en corriente continua. Con ello, se podría obtener una carga del 10 al 80 por ciento de la batería en menos de 30 minutos.
Explotando el confort eléctrico
Al ofrecer de serie la proyección de información sobre el parabrisas, Head-Up display, con realidad aumentada, explican que la instrumentación clásica -digital, por supuesto- también sea más sucinta.
La versión Tourer estrena una aplicación que denominan "Wellness In-Car" (bienestar dentro del coche), con tres programas para cambiar el ambiente del habitáculo (Fresh Up, Calm Down y Power Break). Con ellos se puede regular la iluminación ambiental y exterior del vehículo, la pantalla de infoentretenimiento y el sonido, la climatización, el masaje de asientos y los vidrios inteligentes. Algunas de estas funciones dependen de equipo opcional, como los asientos ergoActive, o el techo solar que puede regular electrónicamente la opacidad, como se ha visto también en Renault.
Volkswagen parece esperar mucho del formato de carrocería familiar. A finales de año se desveló la novena generación del Passat, que únicamente se ofrecerá en esta configuración Variant. De hecho, se trata de un coche de 4,92 metros, plenamente comparables con los 4,96 metros de longitud de este ID.7 Tourer. La estética tan diferenciada entre ambos, las líneas sinuosas del ID.7 Tourer, con mandos de apertura de puertas enrasadas, dejan patente que se trata de modelos de orígenes completamente diferentes. Bajo el Passat se encuentra la plataforma MQB, versátil como para acoger cualquier tipo de motorizaciones, mientras que el ID.7 Tourer se basa en la MEB, exclusivamente para propulsiones eléctricas.