
Sale a subasta un Bentley Continental S2 que fue propiedad del actor Peter Sellers, el famoso inspector Clouseau. La subasta será el 13 de marzo y su precio previsto, entre 150.000 y 175.000 euros.
La casa de subastas H&H Classics ofrecerá el próximo 13 de marzo un coche interesante, el Bentley Continental S2 de 1960 que fue propiedad del actor Peter Sellers. Un coche en un razonable estado de conservación, con un acabado de su carrocería en color oro y con la tapicería de cuero beige.
Su precio de partida se sitúa entre 150.000 y 175.000 euros, pero necesita una buena restauración. Este fue un modelo muy exclusivo ya que de esta versión, con el volante a la derecha, solo se hicieron 60 unidades, lo que unido a su famoso primer propietario hace que su precio sea elevado.

El Bentley Continental S1, con su carrocería de tipo coupé, se lanzó al mercado en el año 1958 equipando un motor V8 de 4,9 litros y cambio automático. Se ofreció con la carrocería de tipo coupé además de la variante descapotable. A ese modelo le sucedió una evolución, el S2 con muy pocas diferencias en su aspecto exterior pero con un motor nuevo. Se trataba de un propulsor V8 de nuevo desarrollo, de Rolls Royce, cuya cilindrada aumentaba hasta los 6,2 litros. Desde entonces este motor fue el utilizado para propulsar toda la gama de Rolls Royce y de Bentley durante años.
Adquirido por Sellers en 1961
En concreto, esta unidad que pueden ver en las fotos cedidas por la empresa de subastas, fue adquirido nuevo por el actor británico en 1961 y lo mantuvo en su propiedad hasta julio de 1966. Los Sellers eran poco cuidadosos con los coches y tuvo varias reparaciones, incluyendo la remodelación de las aletas delanteras con la adición de dos faros más.
Esta personalización distintiva fue solo una de toda la serie de modificaciones que sus propietarios hicieron al vehículo y que se mantienen en la actualidad. Quizá las más destacables son un espejo de cristal ahumado con un brazo más largo, lo que permitía el movimiento completo del parasol.

Peter Sellers era un hombre que cambiaba sus vehículos con tanta frecuencia que su amigo y también actor Spike Milligan, se refería a ellos como 'su ropa interior de metal'. Por ello, que mantuviera este coche durante cinco años en su poder es una demostración de lo que apreciaba el actor su Continental S2.
Necesita una restauración
El coche se mantiene casi igual que en el momento de su compra, con las incorporaciones comentadas que decidió Sellers, pero no ha experimentado ninguna restauración importante. Por ello, es destacable que mantiene casi todo en su estado original. Incluso incluye el equipo de herramientas original del momento de la compra. También su tapicería es la original. pero al mismo tiempo significa que requiere de una buena restauración para poner el coche en buen estado, sobre todo en su carrocería.

Bentley era una marca muy exclusiva y en esos años era uno de los coches más caros del mundo, mucho más que un Ferrari, por ejemplo. Cuando se adquirió este vehículo, su precio fue de 8.246 libras, que era el equivalente a comprar un Ferrari 250 GT Pinifarina Berlinetta y un Jaguar MK2 con el motor V6 de 3,8 litros. Un Ferrari y un Jaguar por el precio de un Bentley.
Se incluyen recuerdos
El automóvil llega al mercado procedente de una de las colecciones de Bentley Continental más grandes del mundo y se ofrece con un extenso archivo histórico y una variedad de recuerdos. Entre ellos se incluyen una fotografía firmada de Peter Sellers caracterizado como el inspector Clouseau, un póster original de película o un LP de vinilo de Goons. También dos docenas de recortes de prensa originales sobre los diversos papeles interpretados por Sellers.
El coche estará disponible para su visualización por los interesados en la subasta en el Museo Imperial de la Guerra, en Duxford, la tarde del martes 12 de marzo y la mañana siguiente, el miércoles, cuando se realizará la subasta.
H&H Classics es una empresa de subastas especializada en la venta de coches y motos clásicos y de colección. En los últimos 30 años, H&H Classics ha alcanzado precios récord mundiales para motocicletas, automóviles y coches de competición clásicos. Entre ellos un Ferrari 250 GT SWB de 1960 o un Lotus 49B de 1968, y coches de la realeza, como el Daimler de la reina Isabel II o el Lagonda del príncipe Felipe.