Motor

Euro 7 pospuesta: una tregua para tu bolsillo a la hora de comprar coche

  • El retraso de 2025 a 2027 para la aplicación de la norma Euro 7 alivia a fabricantes y compradores
  • Se dispone de más tiempo para afinar la propia norma

Hablamos de una tregua, porque los coches no van a bajar de precio. La buena noticia es que tampoco subirán en 2025, como habría sucedido de entrar en vigor la norma anticontaminante Euro 7 en dicha fecha.

La entrada en escena de la normativa Euro se ha aplazado 2 años. De 2025 a 2027. Estos dos años de moratoria retrasarán la subida de 2.000 euros en el precio medio de los coches que calculan los fabricantes para depurar -aún más- los gases de escape.

Además, los coches nuevos que se vendan hasta 2027 mantendrán su consumo, en lugar de aumentar un 3,5%, como asegura ACEA, la Asociación Europea de Fabricantes. Ese aumento de consumo generará una subida idéntica en el CO2 que emiten los coches y los fabricantes tendrán que tomar medidas para reducirlo… cuyos costes también tendrán que repercutir a los coches nuevos de 2027. Lo analizamos por partes.

Dacia, detrás de las reclamaciones

España ha defendido su posición como potencia fabricante de automóviles. Lo ha podido hacer de forma indirecta gracias a ostentar la presidencia de la Unión, al dar prioridad a la propuesta de Rumanía (el país originario de los Dacia) de retrasar la entrada en vigor de la norma anticontaminante Euro 7. En lugar de 2025, la propuesta ya aprobada por el Consejo y que pasa al Parlamento, se retrasa la aplicación de Euro 7 hasta 2027. España puede seguir así a la vanguardia de los países en lucha contra la contaminación y el CO2, a la vez que apoya al automóvil, uno de los puntales de su PIB. Tampoco Alemania fue uno de los siete países que presentaron la propuesta, aunque también será beneficiada de la misma.

Extralimpios en un parque envejecido

Este retraso en la aplicación de la nueva norma no supone un gran cambio en el aspecto climático, según ACEA. La reducción real de contaminación de los Euro 7 es reducida, en comparación con los actuales vehículos Euro 6. Y la contribución total de estos nuevos vehículos sería baja si nos atenemos al parque total, compuesto por vehículos antiguos que respondían a normas laxas en cuanto a contaminación. En España el parque de vehículos tiene una edad media de 14 años y el 62% o no tiene etiqueta o es etiqueta B, según señala la patronal del sector, ANFAC. En su opinión, resulta más importante renovar ese parque envejecido que exigir aún más limpieza al vehículo nuevo. Más de siete millones de vehículos, de un parque en torno a los 26 millones en España, no tienen derecho a etiqueta medioambiental y serán vedados de la mayoría de núcleos urbanos en 2024.

Sobrecoste por encima de lo anunciado

El aumento de coste de los vehículos Euro 7 iba a limitar la necesaria renovación del parque. En mayo, ACEA denunciaba que las estimaciones de la Comisión sobre el encarecimiento de los vehículos en razón a su adecuación a Euro 7 se quedaban cortas. Según ACEA, sería entre 4 y 10 veces mayor y supondrían un sobrecoste medio de unos 2.000 euros por vehículo. Con ello, la norma dejaría fuera de mercado a los vehículos más asequibles, del mismo modo que Euro 6 ya hizo inasumibles los costes de un vehículo diésel pequeño y la mayoría de fabricantes dejaron de ofrecerlo.

Euro 7, un 3,5% más de consumo

Con la moratoria no solo se difiere el coste "extra" en la adquisición, sino también durante el uso. ACEA estimaba que los vehículos Euro 7 tendrán un consumo un 3,5% mayor que el vehículo Euro 6 de partida: limpiar los gases se hace a base de energía -del combustible- y los propios sistemas no solo incrementan el precio, sino también el peso del vehículo. No hay que olvidar que un 3,5% más de consumo supone un 3,5% más de emisión de CO2. Euro 7, de ser como indica ACEA, arreglaría ligeramente la contaminación local, pero empeoraría la emisión de gases de efecto invernadero. Esto conllevaría nuevas presiones a los fabricantes, que también tienen fijadas fechas límite para rebajar el CO2 del conjunto de coches vendidos.

Dos años más para mejorar el panorama de los eléctricos

El aplazamiento hasta 2027 de Euro 7 supone también dos años mñas para mejorar la infraestructura de carga de los coches eléctricos.

Estos dos años suplementarios también suponen otro respiro para la llegada del propio coche eléctrico asequible. Los fabricantes europeos quieren vender sus eléctricos obteniendo algún beneficio, pero no son capaces de producir coches que puedan vender a 25.000 euros. Sí lo consiguen los fabricantes chinos, aunque desde Bruselas sospechen que sea a base de subvenciones y está dispuesta a investigarlo, lo mismo que a los fabricantes europeos con suministros de allí. Como un editorialista ya nos hizo ver, subvenciones como las que viene haciendo Europa para impulsar el coche eléctrico y sostener nuestra industria del automóvil. Así que estos dos años suponen un balón de oxígeno tanto para el desarrollo, como para la propia creación de infraestructuras, especialmente para la producción de las baterías.

Mientras el coste del coche eléctrico puede ir disminuyendo, la realidad muestra la subida de los coches convencionales. El precio del automóvil aumentó un 40% en los últimos cinco años, según la OCU. Asumamos que las crisis del Covid, de los chips, de los cableados y otros componentes que provenían de Ucrania ya están corregidas y que el automóvil solo debería haber subido como el IPC, un 15%. El precio medio en 2022 del vehículo nuevo era de 22.176 euros, de acuerdo con la Agencia Tributaria. Con la evolución de la inflación, en 2027 el precio medio de un coche ya estaría por encima de esos 25.000 euros que pretende ser el precio básico de un eléctrico con una batería suficiente para ser deseado por el usuario español. Por entonces, tendríamos un eléctrico con un precio inferior al gasto medio de adquisición de un coche nuevo de combustión y sin necesidad de aplicar ayudas o subvenciones a la compra.

Para remate, la demora supone algo más de tiempo para encontrar soluciones técnicas para la recogida del polvo emitido por los frenos (y de los neumáticos), como exigirá Euro 7. Por supuesto, eléctricos e híbridos lo tendrán más fácil, por la contribución de su frenado eléctrico. Sin embargo, Europa también tiene interés en que haya diversidad de suministradores capaces de responder a esta nueva exigencia a los vehículos. Quizá Europa ha diferido la limpieza del aire para no ahogarse en el intento.

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