
Fue en el Salón de Ginebra de 1993 cuando la legendaria marca Bugatti presentaba una berlina de cuatro puertas, el EB112, que firmado por Giugiaro se considera una de las berlinas más bonitas de la historia.
Normalmente, cuando se habla de Bugatti, siempre se asocia este nombre con coches muy deportivos, radicales y ultralujosos. Así ha sido desde que la marca forma parte deL grupo Volkswagen. Cuando el grupo alemán adquirió la marca Bugatti, a finales de 1998, comenzó el desarrollo de una nueva marca con un modelo emblemático, el Veyron, un vehículo con un impresionante motor de 16 cilindros con 1001 caballos de potencia. Y quince años después llegó el Chiron, con una potencia aumentada hasta los 1.500 caballos. Deportivos extremos, muy radicales, lujosos y exclusivos.
Pero además de estos modelos, y de toda una historia plagada de vehículos deportivos biplaza, también ha desarrollado grandes berlinas. Sin duda el más conocido de este tipo de vehículos fue el Royale, del que solo se fabricaron seis unidades.
Royale de 1926
Ettore Bugatti, el fundador de la marca, fue un genio de la mecánica. En 1926 se puso a hacer un coche que fuera solo para los reyes o emperadores, al que llamó Bugatti Royale. Fue un gran éxito por lo que representaba el vehículo y por cómo estaba hecho, pero también un fracaso económico. Hoy en día es el coche más impresionante jamás fabricado, más de seis metros de longitud, y un motor brutal de 300 caballos…en los años veinte.

Otra de las piezas clave de la historia de las berlinas de Bugatti es la protagonizada por el EB112. Pertenece, además, a la segunda época de la marca cuando tras su cierre en los años cincuenta renació de la mano del empresario italiano Romano Artioli a finales de los años ochenta.
Cuando se quitó la cubierta del Bugatti EB112 en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1993, su diseño e ingeniería causaron sensación. Este modelo creó un nuevo segmento, el del Gran Turismo ultralujoso, de una manera que solo Bugatti puede hacerlo. Un coche basado en un legado impecable y con tecnologías de vanguardia, el EB112 redefinió el concepto de una gran berlina.
Diseño futurista
Sin duda una de las claves fue su diseño firmado por el genial Giorgetto Giugiaro. Incorporaba una serie de características de estilo nostálgico que hacían referencia a los famosos modelos de la marca de los años treinta. La estética fluida del EB112 ha demostrado ser un toque visionario.
Como un verdadero precursor de la filosofía actual de Bugatti de "la forma sigue al rendimiento", el EB112 combinó una forma estética atrevida y elegante con una gran tecnología. Con ello, se logró un automóvil de tipo berlina de alto rendimiento con capacidades aerodinámicas sobresalientes. En muchos aspectos, el EB112 ahora se considera un predecesor espiritual tanto de Veyron como de Chiron, pese a ser de una etapa empresarial anterior.

Su parrilla sentó las bases para la disposición de la parrilla que adornó el Veyron 10 años más tarde, mientras que la nervadura longitudinal del capó, sobre el techo y diseccionando la ventana trasera, es un guiño estilístico al Bugatti Type 57 SC Atlantic, que más tarde se recreó primero en el Veyron y luego en el Chiron. Hermoso y atemporal, pero también revolucionario, el cuerpo de aluminio del EB112 cubría un monocasco de fibra de carbono derivado del superdeportivo EB110.
V12 de 460 CV
Y hablando de mecánica, el EB112 no se quedaba atrás respecto al diseño. Un impresionante motor V12 de 6.0 litros con cinco válvulas por cilindro) acoplado a una transmisión manual de seis velocidades y un sofisticado sistema de tracción en las cuatro ruedas. El V12 de aspiración natural proporcionaba 460 CV a 6300 rpm, con un par máximo de 590 Nm disponible desde solo 3000 rpm. Su velocidad máxima era de 300 km/h y en cuanto a su capacidad de aceleración, podía pasar de 0 a 100 km/h en solo 4,3 segundos.
El Bugatti EB112 fue un verdadero pionero de cómo el segmento de las berlinas del mundo del automóvil cambiaría radicalmente tras su presentación. Antes de él, realmente no había un sedán de alto rendimiento con los atributos que ofrecía el EB112. este modelo combinaba un diseño visionario con una potencia sobresaliente y lujo en abundancia.

Giugiaro también ayudó al renacimiento de la marca en 1998, con el concept car del Coupé de dos puertas, el Bugatti EB118, y su versión de cuatro puertas, el Bugatti EB218. Ya en la nueva era de Bugatti, integrada en el grupo Volkswagen, y con el Veyron como su modelo de referencia, la marca hizo un guiño al concepto de la berlina de cuatro puertas con un modelo que se quedó en prototipo y no llegó a la producción, el Galibier.
Bugatti Galibier
Este prototipo fue presentado como un prototipo en el previo del Salón de Ginebra de 2009. Aunque en principio no estaba prevista su producción, el concept gustó mucho y los responsables de la marca llegaron a plantearse su producción. De hecho, a finales de 2011 todo parecía estar preparado para su producción, y hubiera sido una manera muy bonita de celebrar el centenario de la mítica marca francesa. Pero finalmente esta no llegó a ponerse en marcha.
El coche empleaba el mismo propulsor del Veyron, un 16 cilindros en W, pero la potencia se rebajaba con respecto al biplaza hasta los 800 caballos. En lugar de los cuatro turbos solo montaba dos, lo que rebajaba potencia y par y también hacía el coche más fácil de conducir, según la propia marca.