Motor

Maserati descarta una salida a bolsa en el corto plazo

  • La automovilística cierra la primera mitad del ejercicio con un margen operativo del 9,2%
  • "Estaríamos completa y estratégicamente desequilibrados si entrásemos en una guerra de precios", dice el CEO
Davide Grasso, consejero delegado de Maserati. Foto: Stefano Guindani

Maserati, el fabricante italiano de lujo propiedad del grupo Stellantis, no seguirá los pasos que dio Porsche —propiedad del Grupo Volkswagen— con su salida a bolsa en septiembre de 2022. Por lo menos en el corto plazo.

Así lo ha descartado el consejero delegado de Maserati desde enero de 2021, Davide Grasso (Turín, 1963) en un encuentro con medios para analizar los resultados del primer semestre del año en el que participó elEconomista.es. "Es algo que no está en el horizonte. Estamos lo suficientemente ocupados con la gestión de la marca y la complejidad del negocio, pero en este momento nos estamos centrando en impulsar los mejores resultados para el objetivo a largo plazo", ha apuntado el máximo directivo del fabricante de vehículos de lujo.

Y no es para menos. La compañía ha cerrado los seis primeros meses del ejercicio 2023 con un alza de la facturación del 39,1%, hasta alcanzar los 1.309 millones de euros. Asimismo, las entregas han aumentado un 50% entre enero y junio, hasta las 15.300 unidades. En términos de rentabilidad, Maserati ha conseguido un beneficio operativo ajustado de 121 millones de euros, un 95,1% más en comparación con la primera mitad de 2022. Asimismo, el margen se situó en el 9,2%, lo que supone 2,6 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del año anterior.

La multinacional italiana ha conseguido estos resultados gracias al alto volumen de los nuevos Grecale y GranTurismo, así como a un incremento de los precios netos. El objetivo de la compañía es lograr un margen del 15% para este mismo año y escalar hasta el 20% de cara al final de la década. De cara a la segunda mitad del ejercicio, Grasso apunta que el objetivo es "tener un progreso y un crecimiento constante".

Grasso también descarta entrar en una guerra de precios. En su opinión, "estaríamos completa y estratégicamente desequilibrados si hiciéramos eso". "Para nosotros, el objetivo es hacer el mejor coche que podamos hacer, para que alguien aprecie el coche y pague el precio", ha apuntado el directivo italiano. "Es importante que no nos dejemos llevar por los volúmenes porque cuando quieres maximizar la eficiencia de la parte industrial, si no tienes éxito, no tienes la calidad, o no tienes el atractivo, entonces te ves obligado a hacer descuentos. Así, el poder de fijación de precios disminuye, su valor comercial se apaga, y luego se encuentra en una situación en la que es muy difícil salir adelante", ha comentado Grasso.

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