Los principales fabricantes de vehículos eléctricos en Estados Unidos están adoptando el estándar de carga de Tesla. General Motors (GM) acaba de anunciar que empezará a fabricar sus coches siguiendo el patrón de Elon Musk. La decisión del fabricante se une a la de Ford, que hace unos días decidió posicionarse también en este lado. Estas tres compañías venden conjuntamente cerca del 70% de los modelos enchufables en el país y, el hecho de que hayan optado por seguir los pasos de Tesla, presiona a las compañías que recurren a un estándar diferente.
La red de cargadores de Tesla, Supercharger Network, se abrirá a los coches de General Motors y a sus distintas marcas, Chevrolet o Cadillac, a partir del año que viene. Entonces, los conductores podrán acceder con un adaptador a 12.000 puntos de carga, un número que irá creciendo a lo largo del tiempo, detalla el grupo automovilístico. Sin embargo, la integración va a ser total, ya que, a partir de 2025, GM va a fabricar sus vehículos con el estándar de su competidora.
El estándar de la firma de Musk se llama North American Charging Standard (NACS), toda una declaración de intenciones. Tesla abrió su diseño al resto de la industria a finales de 2022 y animaba a todos los fabricantes a seguirlo. Fue también entonces cuando lo bautizó con el nombre que tiene actualmente, NACS. Pese a que invita a pensar que es el patrón nacional, hay otro tipo de cargadores en Estados Unidos, los Combined Charging System (CCS).
En Estados Unidos, hay dos coches con NACS por cada uno con CCS; en cuanto a capacidad de carga, hay un 60% más de puntos de enchufe de Tesla que todo CCS junto, según los datos que compartía la californiana entonces. En todo caso, los coches eléctricos tienen un tipo de enchufe integrado, pero cuentan con adaptadores para poder conectarse a otros distintos. Pese a su funcionamiento actual, se sigue planteando el debate de si habrá un único estándar en el futuro.
Otra de las compañías que ya se ha posicionado, además de GM, es Ford. El acuerdo es el mismo que el alcanzado con GM, en el que la transición será progresiva, con un primer acceso mediante adaptador y su posterior integración en el diseño 2025, como anunció la compañía. Los tres fabricantes mencionados, Ford, GM y Tesla, acaparan el 70% de las ventas de coches eléctricos en EEUU, según datos de IG, lo que da cuenta del peso que tienen en la industria -y más si suman sus esfuerzos-. Además, el hecho de que las tres decidan usar un mismo mecanismo también ayuda a la adopción de la movilidad sin emisiones en general.
"Este acuerdo podría allanar el camino hacia un estándar de carga único en América del Norte", apunta Sergio Ávila, analista de IG. Tesla tiene instalados 45.000 Superchargers en todo el mundo. Estos añaden 320 kilómetros de autonomía al vehículo tras 15 minutos de carga.
Asimismo, Ávila explica en su comentario que las ayudas de la Casa Blanca para extender la red nacional favorecen que los fabricantes adopten estándares de los competidores, aunque, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, cree que, en el futuro, la industria convergerá en un sistema común. La consejera delegada de GM, Mary Barra, celebra la alianza con Tesla: "No solo ayudará a hacer más sencilla la transición hacia el coche eléctrico, sino que puede ayudar al sector a moverse hacia un estándar único en Norte América".
Los inversores de Tesla y de GM han aplaudido el acuerdo entre ambas. La firma de Musk sube un 5,7% en la apertura de Wall Street. La alianza, sin duda, es positiva para esta porque tendrá una mayor capacidad de monetizar su red de carga. General Motors gana un 6,2% en los primeros compases de la sesión. En su caso, el acuerdo le permite acceder a la tecnología de su competidora, que destaca por la elevada velocidad de carga.