Se llama Porsche Mission X y es un prototipo, muy próximo a la realidad, del futuro hipercar eléctrico de la marca. Ligero, muy aerodinámico y con una relación peso/potencia de 1 CV/kg.
Porsche acaba de presentar en el museo de la marca alemana el espectacular Mission X, un prototipo impresionante que se muestra justo cuando se cumple el 75 aniversario del comienzo de la producción de la marca de Stuttgart. Fue el 8 de junio de 1948 cuando se produjo aquel primer deportivo diseñado por Ferry Porsche, el 356, que marcó el comienzo de la leyenda de Porsche.
La presentación de este precursor del nuevo súper deportivo eléctrico, de momento denominado Mission X, representa el futuro próximo de la marca. Este coche es el heredero de una larga tradición que comenzó con la presentación del impresionante 959 de 1983, del Carrera GT de 2003 y más recientemente del 918 Spider hybrid de 2013.
Ahora, 10 años después del Spider, un superdeportivo híbrido, la marca alemana da un nuevo paso hacia la electrificación con este hipercar del futuro. Es un biplaza con la más avanzada tecnología, la aerodinámica de un coche de carreras y la exclusiva tecnología eléctrica de 900 voltios, única en el mundo en cuanto a coches de producción.
Gracias al empleo de esta tecnología, su capacidad de recarga es impresionante. Aunque la marca no ha proporcionado datos concretos de batería o de potencia de motor, al tratarse de un prototipo, sí ha anunciado que permitirá una recarga el doble de rápida que la del Taycan Turbo S. Con ello, permitirá recargar por encima de los 500 kW, algo único en un coche eléctrico de producción en serie.
Porsche Mission X. Un diseño impactante
La presentación se hizo coincidiendo con la celebración oficial del 75 aniversario de la marca en el museo y en la plaza exterior del mismo, a la que asistieron cientos de personas. Allí, Oliver Blume, presidente de la marca Porsche y del Grupo Volkswagen, presentó ante un reducido grupo de periodistas internacionales, incluido El Economista, el nuevo prototipo.
Un biplaza espectacular, con un avanzado diseño de formas muy marcadas, muy aerodinámico, con un frontal especialmente bajo y una trasera con un gran difusor. Un coche que aporta unas puertas de apertura hacia arriba, de tipo ala de gaviota, lo que le hace aún más impresionante.
Su terminación en un color marrón metalizado o sus faros verticales de led le proporcionan un aspecto diferente. Su interior también resulta muy llamativo, con un volante poco tradicional, achatado tanto por arriba como por abajo, lo que hace suponer que pueda incorporar una dirección "by Wire" sin conexión directa entre el volante y las ruedas.
Una vez visto el coche y tocado su interior puedo decir que, pese a ser calificado como un prototipo, en realidad es un vehículo muy próximo a la realidad. Aunque no han hablado, ni Blume ni ningún otro directivo de la marca, de fechas para el comienzo de la producción, podría ser una cuestión de solo unos meses.
Y es que el futuro de Porsche, como el de todo el sector del automóvil, parece abocado a ser eléctrico. De hecho, la marca de Stuttgart prevé que en 2030 el 80% de sus ventas sean modelos 100% eléctricos. Para ello, tras el Taycan que está teniendo un gran éxito, llegará un nuevo Macan eléctrico puro que convivirá con el actual de gasolina, y que los siguientes en llegar serán, además de este súper deportivo basado en el Mission X, los 718 Boxster y Caiman y, tras ellos, el Cayenne.
Los antecesores del Porsche Mission X
La historia de los súper deportivos de Porsche de producción en serie ha contado con tres hitos importantes.
El primero de todos ellos fue el 959, un modelo adelantado a su tiempo, sin duda. Un vehículo con tracción a las cuatro ruedas con reparto del par variable, una tecnología no vista hasta entonces. Un modelo del que se hicieron menos de 250 unidades, que ahora están muy buscadas por los coleccionistas. Un modelo que se lanzó en 1985 y fue la base del coche de competición con el que Porsche ganó el Rallye Paris-Dakar.
El segundo súper coche firmado por Porsche fue el Carrera GT. En este caso se trataba de un espectacular biplaza con un motor V10 de 612 CV que, además de por su comportamiento y su deportividad, siempre destacó por el impresionante sonido de su motor de 10 cilindros. El coche se lanzó en 2004 y estuvo en producción, en una serie muy limitada, hasta el 2006.
El tercer modelo de esta saga de súper deportivos firmados por la marca de Stuttgart fue el 918 Spider hybrid. Es un modelo muy importante porque supuso el primer paso de la electrificación de los modelos de la marca. La combinación de sus dos motores, térmico y eléctrico, proporcionaba 887 caballos y fue el primer vehículo homologado para rodar en carretera capaz de bajar de los 7 minutos en el mítico trazado Nordschleife de Nurburgring.
Ahora llega el cuarto eslabón de esta cadena de súper deportivos, el primero 100% eléctrico, con el que Porsche prevé renovar el título de ser el coche más rápido en Nurburgring, diez años después del 918 Spider hybrid.
