Volkswagen prevé producir tres millones de pequeños vehículos eléctricos en las fábricas de Martorell y Pamplona entre 2025 y 2030, según ha anunciado este miércoles el presidente de Seat, Wayne Griffiths, en la presentación de resultados anuales de la compañía.
La firma de automoción española, que está preparando la electrificación de Martorell con una inversión prevista de 3.000 millones hasta 2025, también está "trabajando intensamente en una planta de ensamblaje de baterías y en una segunda plataforma de vehículos para Martorell", si bien Griffiths ha enfriado las expectativas de concretar esta primavera dicha segunda plataforma para Barcelona en las reuniones del consorcio alemán, y ha situado esta posibilidad ya para la próxima década.
El objetivo es aumentar la participación de Seat en la cadena de valor de los vehículos eléctricos para seguir siendo competitiva a largo plazo, algo que el directivo ve bien encaminado, siempre que se flexibilice la normativa Euro7.
Ha agregado que, tras el recorte de 1.300 empleos pactado en Seat en 2022, el objetivo es no tener que reducir más la plantilla, pese a que la electrificación requiere menos mano de obra que los vehículos de combustión.
Griffiths ha constatado su compromiso para electrificar la compañía antes de 2035, pero ha coincidido en la petición de Alemania e Italia de modificar la normativa europea Euro7: "Que se aplace y que se haga más pragmática, incorporando a los vehículos de cero emisiones, sea cual sea su tecnología".
Asimismo, ha insistido en que España debe "acelerar" el despliegue de infraestructuras de carga eléctrica: "Hemos perdido demasiado tiempo estos años".
En paralelo a la electrificación, y dentro de la hoja de ruta de sostenibilidad, Seat también ha anunciado que implantará en Barcelona un hub de economía circular en el marco de su nueva estrategia ESG, que lanzará este año, con el que pretende "aprovechar todo el valor que ofrecen el automóvil y la batería a través de proyectos industriales de reutilización, refabricación y reciclaje".
También ofrecerá "un plan industrial sostenible" para el centro de producción de Barcelona, donde se ubicará el hub, ha indicado la filial del grupo Volkswagen, que todavía no detalla inversión ni empleos requeridos.
Vuelta a los números negros
Seat volvió en 2022 a los números negros tras dos ejercicios de pérdidas y pese a las dificultades para conseguir semiconductores para los nuevos vehículos. Registró la segunda mejor facturación de su historia, con 10.513 millones de euros, un 14% más que en 2021, por detrás del récord de 11.157 millones en 2019, y el beneficio neto se situó en 68 millones de euros, frente a unas pérdidas de 256 millones el año precedente, según la contabilidad española.
El beneficio operativo fue de -114 millones debido a una dotación extraordinaria de 293 millones para costes de reestructuración, sin la que hubiese sido de 179 millones, ha indicado este miércoles la firma, que en 2022 destinó 880 millones de euros a inversiones y gastos de I+D.
"El cambio de tendencia en la compañía se ha logrado gracias al aumento de la proporción de modelos Cupra vendidos (de forma que los ingresos por vehículo aumentaron un 18%), una agresiva estrategia de gestión de ingresos, reducción de costes generales y mejoras en la eficiencia", ha señalado David Powels, vicepresidente de Finanzas e IT de Seat.
Cupra se está preparando actualmente para su mayor ofensiva de producto, que comenzará en 2024 con el lanzamiento del Cupra Tavascan y del Cupra Terramar, seguidos del UrbanRebel en 2025.
Estos nuevos modelos permitirán a la marca entrar en nuevos segmentos y mercados y alcanzar su objetivo a medio plazo de vender 500.000 coches al año.
Este año 2023, Cupra tiene previsto abrir nuevos City Garages en Berlín, Madrid, Manchester y París; está analizando actualmente su entrada en Norteamérica, y las previsiones para 2023 contemplan que Cupra aporte ya más del 50% de la facturación de Seat.
Y es que, de momento, el futuro de la marca Seat se mantiene ligado a la micromovilidad urbana -todavía no rentable pero en crecimiento-, sin previsión de nuevos lanzamientos de vehículos estándar, y con los modelos actuales con fecha de caducidad por sus emisiones.
Buen inicio de año
En los dos primeros meses de este año, Seat ha entregado 71.500 coches, un 27% más que en el mismo periodo de 2022, y sienta las bases para incrementar las ventas en 2023. Las entregas de la marca Seat han aumentado un 12%, y las de Cupra —prioridad actual de la compañía— un 75%.
Con todo, la falta de semiconductores todavía se deja sentir, con listas de espera de hasta seis meses en algunos modelos, lamenta Griffiths, que confía en que 2023 sea definitivamente el año de la normalización de los suministros.
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