La industria de componentes de automoción ha retrasado al año 2023 la recuperación de la facturación a los niveles previos a la pandemia, debido a la evolución de factores exógenos, como la geopolítica, los costes energéticos y de las materias primas y la mayor o menor consistencia de los mercados.
Esta misma situación afectará a los proveedores de automoción este mismo año, según las previsiones que maneja la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto).
De esta manera, las previsiones que maneja Sernauto para el año 2022 se incrementará la facturación un 10% respecto a 2021, lo que supondría alcanzar los 35.293,5 millones de euros.
En lo que respecta al empleo, se estima que podría incrementarse un 2,6%, pudiendo recuperar así parte del perdido estos años. Así, el sector de proveedores de automoción podría cerrar el presente ejercicio con un total de 335.091 empleados.
El presidente de la patronal, Francisco Riberas, ha explicado que para este año el problema de los semiconductores no será tan importantes como el año pasado. No obstante, el directivo madrileño ha reconocido que habrá que ver cómo afecta "la guerra de Ucrania y el impacto de los volúmenes".
Asimismo, Riberas ha apuntado que "a pesar de la crisis de los semiconductores, el encarecimiento de las materias primas o la desorbitada subida de los costes energéticos y logísticos, hemos podido mantener la producción y la mayoría de los empleos", en referencia a las cifras del pasado año.
En relación al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de microelectrónica y semiconductores, Riberas ha reconocido que este llega "tarde" pero ha apuntado que será "necesario" en el futuro.
"Los problemas en general hay que intentar encajarlos antes de que pasen", ha detallado Riberas en referencia a si Europa llega tarde en la producción de estos componentes.
La facturación crece un 6,3% en 2021
Y es que el sector de proveedores de automoción cerró el ejercicio 2021 con una facturación de 32.085 millones de euros, lo que supuso un incremento del 6,3% en tasa interanual. Pese a este incremento, esta cifra sigue por debajo de la facturación alcanzada en 2019, último año antes de la pandemia, cuando el sector logró unos ingresos de 35.822 millones de euros.
Así, la facturación en el mercado nacional alcanzó los 12.416 millones de euros, de los que 7.291 millones correspondieron al suministro de equipos y componentes a los fabricantes de vehículos, un 5,8% menos en tasa interanual; mientras que 5.125 millones procedieron del mercado de recambios, un 12,3% más en tasa interanual.
En el caso de los proveedores de automoción que están vinculados a la cadena de suministro, estos se han visto afectados por la caída del 7,5% en tasa interanual de la producción de vehículos.
Por el contrario, la facturación de los fabricantes de recambios se ha visto incrementada debido a la reactivación de la movilidad entre las diferentes olas de la pandemia.
Pese a la complicada coyuntura que atraviesa el sector, los proveedores aumentaron la inversión destinada a I+D+i en un 8,5%, alcanzando un total de 1.164 millones de euros, lo que supone un 3,6% de la facturación de ese año y el triple que la media industrial. De esta forma, se mantiene la media de inversión del 4% en los últimos cinco años.
De la misma manera, el sector invirtió 1.361 millones de euros en incrementar y mejorar sus capacidades productivas, para seguir siendo una industria competitiva, innovadora y adaptada a las necesidades de sus clientes.
El presidente de la patronal también ha recordado que "están siendo meses muy complicados, con múltiples factores exógenos que nos están afectando sobremanera, y aun así nuestras empresas siguen apostando por la I+D+i, por el talento y la expansión internacional. No nos queda otra si queremos que nuestro país siga siendo referencia en el entorno global".
En 2021, el sector dio empleo a un total de 326.600 personas de forma directa e indirecta. El empleo directo generado por el sector alcanzó las 201.450 personas, un 5,2% menos que en 2020. Esta pérdida de empleo ha sido debida en gran medida a la finalización de los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), la reducción de actividad y el cierre de algunas plantas.
Las exportaciones el año pasado alcanzaron un total de 19.669 millones de euros, lo que supuso un 10% más en comparación con 2020.