El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) de microelectrónica y semiconductores, que contará con una inversión pública de 12.250 millones de euros hasta 2027.
El objetivo es reforzar las capacidades de diseño y producción de la industria de la microelectrónica y los semiconductores en España desde una perspectiva integral y favorecer la autonomía estratégica nacional y de la UE en este sector, en línea con lo previsto en la Ley Europea de Chips propuesta recientemente.
Esta iniciativa, que contará con Jaime Martorell Suárez como comisionado, se financiará mediante la adenda ala plan de recuperación remitido a Bruselas, ha explicado Calviño, que ejerce de presidenta en funciones ya que Pedro Sánchez se encuentra en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde mantiene encuentros con tecnológicas para vender este proyecto.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha explicado que "Europa tiene un papel modesto en el diseño y la producción" de este tipo de componentes, con solo el 10% de la producción mundial. Asimismo, Calviño ha apuntado que existe una "alta dependencia de países productores como Taiwan, Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y China".
Dicho Perte es, hasta la fecha, el que cuenta con una mayor inversión pública de los diez anunciados y se desarrollará en torno a cuatro ejes estratégicos que abarcan toda la cadena de valor de la industria en distintas fases.
Ejes estratégicos
El Perte de los semiconductores se divide en cuatro ejes estratégicos que abarcan desde el diseño hasta la producción de los chips.
El primero de ellos es el refuerzo de la capacidad científica, donde se prevé una inversión de 1.165 millones de euros hasta 2027. En este eje se contemplan actuaciones para fortalecer la I+D+i sobre microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas y la fotónica integrada, desarrollar chips cuánticos y lanzar una línea de financiación para reforzar el Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación.
El segundo eje estratégico de este Perte son las estrategias de diseño, para la que se destinará 1.330 millones de euros. En él se incluyen actuaciones que potenciarán la capacidad española en el diseño de microprocesadores mediante la creación de: empresas fabless de diseño de microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas; líneas de pilotos de pruebas; red de capacitación en materia de semiconductores.
El Perte también contempla la construcción de plantas de fabricación de semiconductores, para lo que se destinará una inversión pública de 9.350 millones de euros. Es decir, más de tres cuartas partes de este Perte irán a parar a la construcción de plantas. El objetivo es dotar de capacidad de producción nacional de semiconductores en la fabricación de tecnología de vanguardia, aquellos chips por debajo de 5 nanómetros, y los de gama media, aquellos de más de 5 nanómetros. De esta partida, 7.250 millones se destinarán a disponer de capacidad de fabricación por debajo de 5 nanómetros, mientras que los 2.100 millones restantes irán a parar a disponer de capacidad de fabricación por encima de los 5 nanómetros.
El último eje estratégico es el de la dinamización de la industria de fabricación TIC y que contempla un presupuesto estimado de 400 millones de euros. Este eje contempla actuaciones como la creación de un fondo de capital centrado en los chips para financiar startups, scaleups y pymes innovadoras del sector de semiconductores nacional, con una dotación pública inicial de 200 millones de euros. Dicho eje se dirige a fortalecer la producción interna de la fabricación de productos electrónicos –que utiliza los microchips como input- para que ejerza de sector tractor sobre la industria de los semiconductores y absorba parte de su producción.
Sánchez busca el apoyo de Qualcomm, Intel, Micron y Cisco
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, se reunió hoy con los primeros ejecutivos de cuatro empresas de referencia en el sector: Intel, Qualcomm, Micron y Cisco. Pese a que no ha trascendido el contenido de los encuentros, todo apunta a que el inquilino de Moncloa ha buscado el compromiso inversor de los líderes de la industria, tras informarles en primera persona sobre las ventajas del Perte de los microprocesadores que el Consejo de ministros aprobó este martes.
Como ya adelantó el Gobierno la semana pasada, Moncloa se ha propuesto convertir España en la capital europea de los microchips. En ese empeño, el Consejo de Ministros aprobó una inversión pública de 12.250 millones a través del denominado Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte). La cifra desvelada incrementa en 1.250 millones de euros el importe adelantado la semana pasada. El objetivo consiste en hacer de "España un destacado centro de diseño y fabricación de microprocesadores, según argumentó el propio Ejecutivo.
Entre otras ventajas, el paso al frente del país prevé garantizar el suministro de estos componentes, prácticamente indispensables para cualquier actividad con vinculaciones tecnológicas. Escarmentados tras la pandemia, el Ejecutivo confía en corregir el grave déficit que estuvo a punto de colapsar decenas de industrias, desde la informática, automoción o servicios.
Nadie duda de que el país que logre situarse en vanguardia en el negocio de los chips, gozará de una posición de privilegio en un mundo cada vez más digitalizado. Todos los dispositivos electrónicos cuentan con su diminuto cerebro de silicio, por lo que este elemento promete convertirse en la principal materia prima.
Por lo pronto, el Perte del chip es el más ambicioso de cuantos ha puesto en marcha por el Gobierno hasta la fecha. Con anterioridad se impulsó el sector energético, con inversiones de 6.900 millones de euros y el del vehículo eléctrico y conectado, dotado con 4.295 millones de euros. Con en el resto de los pertes, el programa de microelectrónica y microprocesadores contempla subvenciones, convenios, contratos o encargos, aportaciones de capital, préstamos y aportaciones a fondos de inversión.
En el caso de España, existen cerca de 50 empresas o centros de investigación, entre ellas Wiyo, Imasenic, Kdopc e ICMálaga, aunque hasta el momento no existe ninguna planta de fabricación de semiconductores, según informa Efe.
En la actualidad, el negocio que generan los microchips en los principales países del continente europeo superó los 44.000 millones de euros, frente al más de medio billón de euros facturados por la totalidad de la industria de los microprocesadores en todo el mundo, 511.775 millones de euros, exactamente, según datos correspondientes a 2021, recabados por la organización líder en el asunto, la World Semiconductor Trade Statistics (WSTS).