Desde la firma de lujo alemana, afirman que es "prácticamente imposible" ver dos Porsche 911 idénticos, dada la extensa gama de combinaciones posibles que ofrece el modelo.
La fábrica de Zuffenhausen, al norte de Stuttgart, acoge a 1.500 empleados, que trabajan durante dos días en la construcción de cada modelo, con una producción de 20 automóviles al día. Allí, se ensamblan los modelos 911, 718 y Taycan.
Su creación, además, permite al usuario participar en el diseño del automóvil de sus sueños, con más de 160 opciones de pintura en el catálogo actual gracias al programa Paint to Sample, con el que se permite al cliente reproducir casi cualquier tonalidad siempre que se aporte una muestra de color válida.
"Como respuesta a la demanda, hemos mejorado el proceso y ya no hacemos cinco sino veinte coches al día, lo que supone 120 unidades por cada semana del calendario laboral", comenta Boris Apenbrink, Director de Vehículos de Porsche Exclusive Manufaktur.
Cada comprador, un nuevo creador
Cada persona que solicite un color nuevo, con el coste adicional de su desarrollo, se considera su creador. El cliente y el color se registran en la base de datos de colores de Porsche y, lo más rápidamente posible, se añade a las opciones del programa Paint to Sample para que otros puedan solicitarlo.
Antes de su ensamblaje en 117 etapas, el chasis del 911 pasa más de un día preparándose en el taller de carrocería y pintura. Uno de los desafíos de pintar vehículos y desarrollar acabados de pintura es conseguir que el resultado sea óptimo en todo tipo de materiales.
La carrocería de un vehículo consta de varios componentes distintos, entre ellos, acero, aluminio, fibra de carbono o polipropileno. Los lotes de pintura deben adaptarse a todos ellos por igual y ser capaces de generar el mismo color.