Al valorar si un coche eléctrico puede responder a nuestras necesidades, conviene hacer un estudio sobre el uso que se le va a dar y sobre el tiempo se tardará en compensar la inversión respecto a un coche de combustión similar.
Desde la consultoría E-Mobility Solutions han realizado un cálculo genérico para orientar sobre esta cuestión, metiendo en la calculadora los gastos que podría tener un usuario medio tras recorrer 15.000 kilómetros anuales durante diez años. En él figuran tanto los costes de adquisición como los costes operativos de funcionamiento y mantenimiento.
Los gastos se han estimado sobre los 66 coches. Todos ellos pertenecen a los cuatro segmentos más habituales del mercado: urbano (minicompacto y supermini), subcompacto, compacto (familiar pequeño y familiar) y mediano. De los 66 modelos, 41 son los vehículos de combustión más vendidos en España en el mes de diciembre, mientras que los 25 restantes corresponden del mismo modo a los eléctricos más vendidos en el mismo periodo.
Un 50 % menos de coste de funcionamiento
Según sus resultados, "un coche eléctrico es más rentable a cinco años vista que uno equivalente de combustión". Además, el informe señala que cuantos más años transcurren, la diferencia es más notable.
En todos los automóviles analizados, el ahorro medio en costes operativos es de 1.245 euros al año; un coste de funcionamiento un 50 % menor que el de un coche de combustión (2.460,50 euros), según sus datos.

"Esto es muy significativo en España, porque es el tercer país de la Unión Europea con el parque automovilístico más longevo, donde la edad media de los automóviles es de 13 años, según datos de 2021 de la Asociación española de fabricantes de automóviles y camiones (ANFAC)", apunta el estudio.
Entre las razones de esta diferencia, desde E-Mobility Solutions argumentan que la mecánica de los coches 100 % eléctricos es más sencilla y que estos vehículos disponen de menos elementos susceptibles de desgaste.
"En cinco años sólo tendrá que acudir una sola vez a la ITV, y pagando una tasa inferior, además suele pagar tarifas más baratas en aparcamientos y vías de peaje, y su Impuesto de Circulación es más barato en la mayoría de localidades", explica el estudio.
No obstante, el cálculo se ha hecho asumiendo que ,casi siempre (en el 90 % de ocasiones), el 'combustible' se reposta en casa, mediante cargas domésticas. Estas, a pesar de la subida generalizada del precio de la electricidad, son mucho más baratas que las que se pueden realizar en puntos de recarga urbanos, ya que generalmente se realizan durante la noche.
"El precio de energía eléctrica contratada en el domicilio es muy inferior al precio del carburante, especialmente con una tarifa eléctrica Supervalle", afirma el informe.