
Al igual que ocurre con el resto de componentes de un vehículo, las piezas que constituyen el sistema de aceleración, de frenada y del embrague pueden deteriorarse con el tiempo. Por ello, conviene hacer un uso correcto de ellos para preservarlos el mayor tiempo posible.
Aunque los propios pedales no se suelen remplazar, son los que transmiten las órdenes al resto de piezas que componen cada uno de los sistemas de aceleración y frenada. Es decir, un mal uso de ellos fomentará que componentes como las pastillas de freno necesiten ser cambiadas con más frecuencia.
Además, las mismas premisas que preservan los sistemas de frenada y aceleración valen para conducir de una forma más segura. "Dominar los pedales del vehículo, sin hacer uso excesivo de ello, es fundamental para conducir de forma segura y eficiente", afirman en este sentido desde Tráfico.
Así se usan correctamente
Según explica la revista Tráfico y Seguridad Vial, de la DGT, el embrague "acopla el motor a la caja de velocidades, transmitiendo el movimiento a las ruedas". Para hacer un buen uso de él, hay que pisarlo hasta el fondo y soltarlo de forma progresiva, a la vez que se acompaña de la aceleración necesaria. En este sentido, conviene tener el asiento bien colocado, ya que muchas veces un desajuste en la altura provoca que no se llegue hasta el fondo del recorrido del pedal.
Para colocar el asiento correctamente, "Un truco: con el pedal pisado a fondo, la pierna izquierda debe quedar ligeramente flexionada, no estirada", recomienda la revista.
Dominar los pedales del vehículo, sin hacer uso excesivo de ello, es fundamental para conducir de forma segura y eficiente.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) February 8, 2022
¿Sabes utilizarlos correctamente?
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El embrague solo se debe usar estrictamente cuando se vaya a realizar un cambio de marcha, ya que es frecuente que los conductores lo pisen levemente durante tiempos prolongados sin darse cuenta. Además, "pisarlo sin necesidad provoca un mayor uso del freno y anula el efecto del freno motor", precisan.
En cuanto al mecanismo que permite reducir la velocidad y detener el vehículo, el freno se debe usar con antelación y suavidad, aplicando la presión necesaria. Por el contrario, se debe evitar esperar hasta el último momento para dar el frenazo, así como accionarlo en mitad de una curva, ya que puede desestabilizar el vehículo. En cualquier caso, se debe emplear para "adecuar la velocidad y mantener la distancia de seguridad" respecto al resto de vehículos.
Por último, el acelerador es el pedal que sirve para regular el paso de carburante a los cilindros y adecuar la potencia. Se recomienda levantar el pie antes de curvas, pasos de peatones o detenciones obligatorias. De esta forma, se conseguirá ahorrar combustible.
Aunque parece obvio, no está de más recordar que el abuso del acelerador conlleva que se tengan que emplear más los otros dos pedales, ya que habrá que frenar más y cambiar de marcha más a menudo. En cambio, sí que se recomienda su uso en determinadas acciones en las que un extra de velocidad puede garantizar mayor seguridad, como lo son adelantamientos e incorporaciones.