
La distribución de automóviles, que vive un momento difícil por la crisis de los chips y la falta de producción de coches, considera que la situación seguirá lejos de la normalidad previa al covid también el próximo año. El sector emplea a 15.000 personas y que el año pasado facturó 3.555 millones de euros en la Comunidad Valenciana.
La crisis de matriculaciones que vive el mercado de la automoción en la Comunidad Valenciana se alargará también en 2022, según ha adelantado hoy la patronal de los concesionarios, Faconauto, en el transcurso de un encuentro con concesionarios de la región que ha organizado junto a la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval).
En concreto, este año se matricularán en la región 74.000 vehículos, lo que supone una caída del 7% respecto a las cifras de 2020 y pone de manifiesto la debilidad del mercado, que se quedará de esta manera muy lejos de las cifras de 2019, el año previo a la pandemia, cuando se vendieron 130.886 vehículos. Esta tendencia se alargará también en 2022, ya que según la previsión de Faconauto en la Comunidad Valenciana sólo se matricularán unas 82.000 unidades.
De los canales de comercialización, el de particulares es el que peor se comportará al caer en el presente ejercicio un 14% y matricular 44.000 unidades. Por su parte, el canal de empresas caerá un 5%, con 18.000 matriculaciones, mientras que el de rent a car que, aunque crecerá un 20% este año, con 12.000 adquisiciones, estará un 65% por debajo de las cifras previas a la pandemia por la caída de la actividad turística.
De esta manera, la región se comportará peor que el mercado nacional, que cerrará este año con unas 855.000 matriculaciones, la misma cifra que en 2020. En 2022, el crecimiento será del 13%, para rozar el millón de ventas.
Para la patronal hay tres situaciones que explican esta situación. En primer lugar, particularmente en la segunda mitad de este ejercicio, el sector se ha visto muy impactado por la crisis de los microchips, y la consiguiente crisis de producción, que ha hecho que los concesionarios hayan tenido menos vehículos para comercializar.
A esto, se ha sumado la creciente incertidumbre que siente el comprador a la hora de optar por la tecnología de su vehículo y, finalmente, la lenta recuperación de la confianza del consumidor tras la pandemia.
Reclama más puntos de recarga
La patronal también considera que para impulsar el coche eléctrico es necesario ampliar los puntos de descarga. En la Comunidad Valenciana, actualmente hay 989 puntos de recarga públicos y Faconauto calcula que para que la región no se quede rezagada se tendrían que alcanzar los 31.200 puntos en 2030. Además insiste en no demonizar a los coches de motor de combustión modernos, que siguen siendo la única opción al alcance de la mayoría de los bolsillos de los ciudadanos y reducen notablemente las emisiones.