
Los resultados de las elecciones no han quitado el apetito de los inversores por la renta fija. En Europa, las compras de deuda soberana están siendo una constante durante los últimos días, con referencias de deuda europea marcando nuevos mínimos. Es el caso del bono español, que sigue siendo atractivo para el mercado y ha tocado niveles de rentabilidad en el 0,79% durante la jornada, el más bajo al que ha llegado en toda su historia.
No fue la única referencia del Viejo Continente que ha marcado nuevos mínimos: el bono portugués también lo ha hecho, hasta niveles históricos, por debajo del 0,93%. El alemán y el francés han vuelto a mínimos no vistos desde 2016 y el estadounidense, por su parte, ha caído a niveles de 2017 en rentabilidad, en el 2,28%.
Tras unas elecciones europeas que por ahora no han dado sustos al bono español, en lo que va de año el inversor gana un 3% con el título y desde los máximos de 2018, a principios de octubre, deja ganancias del 9%. Es una de las referencias europeas que están siendo atractivas para los inversores, al haberse retrasado de nuevo la expectativa de subida de tipos de interés en la eurozona -los expertos encuestados por Bloomberg apuntan a diciembre de 2020-.
Eso sí, tras las elecciones al Parlamento Europeo del pasado fin de semana no todos los bonos están celebrando los resultados electorales: después de la victoria de Matteo Salvini, que mejoró sus resultados de las últimas elecciones generales y mantiene un pulso con Bruselas, al declarar tras las elecciones que va a dedicar toda su energía a cambiar las "viejas y obsoletas" normas de la Unión Europea, los mercados parecen estar juzgando que esta confrontación no es buena para Italia, y el bono italiano ha pasado del 2,5% al 2,7% de rentabilidad en sólo dos sesiones.
Aranceles, bancos centrales y 'Brexit'
Ser optimista y esperar ahora una subida de precio de los bonos, a pesar de todo lo que han subido durante los últimos años y de lo que han caído sus rentabilidades, tiene razones que lo justifican. Desde Bank of America Merril Lynch recortaron la semana pasada su previsión de rentabilidad para algunos bonos, como el estadounidense y el alemán, este último para el que esperaban que acabase el año en el 0,3% de rentabilidad, y ahora lo ven en el -0,1%.
Desde el banco estadounidense explican las razones que les han hecho cambiar de opinión, principalmente la guerra comercial y el impacto que puede tener en el crecimiento, que podría tener un papel clave en el retraso de la subida de tipos de los bancos centrales: "Tras los últimos desarrollos de los acontecimientos, nuestro escenario de una resolución entre China y Estados Unidos nos parece poco realista", explican, señalando también "que el Brexit y la incertidumbre que genera sigue sin solucionarse".