
Hace dos meses Mapfre presentó al mercado su nuevo plan estratégico 2019-2021 después de que el anterior, que finalizaba justo el año pasado, llevara ya varios trimestres en los que los analistas daban por hecho que no se cumpliría, como así ha sido.
Visto el fracaso de los anteriores objetivos, la aseguradora se ciñó a mantener su histórica retribución al accionista, aunque para ello tuviera que forzar hasta el máximo permitido el payout al que se comprometió –como tope, el 65% del beneficio– en un año como 2018, afectado por catástrofes naturales al otro lado del Atlántico.
Ya con la lección aprendida, Mapfre tiene en marcha ahora un plan estrátegico más conservador, con objetivos que son menos ambiciosos que los que planteaba en el anterior. De ahí, se justifica en parte que el mercado descuente que la aseguradora logrará sus metas un año antes, en 2020. La otra parte viene por el buen arranque que han demostrado sus resultados del primer trimestre, gracias a que Iberia y Mapfre Re (a nivel global) siguen creciendo y a que Brasil –aporta un 16,1% de las primas del grupo, por detrás de Iberia (31%) y por delante de Mapfre Re (con el 15,4)– está mejorando a un ritmo superior al previsto.
Los tres grandes pilares en los que se basa el nuevo plan son menos exigentes. Mapfre espera lograr ingresos por 30.000 millones de euros en 2021 –antes, el objetivo eran 31.000 millones–; además de un retorno sobre el capital (ROE, en la jerga financiera) del 10% –frente al 11% que quería conseguir a cierre de 2018– y una ratio combinada (múltiplo propio del sector asegurador por el que se divide la siniestralidad y los gastos entre las primas imputadas y en el que el cien por cien marca el inicio, es el límite de la rentabilidad) del 96%, el único que se mantiene intacto.
"Nuestra tesis es que Mapfre logre sus objetivos del plan estratégico un año antes, en 2020, principalmente gracias a Brasil", aseguran los analistas de JP Morgan. "La ratio combinada de los seguros de autos cerró marzo en el 104,4%, ya por debajo de todo el objetivo del 105% para 2019; y la parte del negocio de No Vida en Brasil logró el 95,4%, totalmente en línea con el 96% de objetivo para 2021", argumenta el informe de la casa estadounidense.
El consenso de mercado prevé que ya en 2019 la firma que preside Antonio Huertas logre un retorno sobre el capital del 9,7%, 1,3 puntos porcentuales por encima del 8,4% ajustado de 2018; y que para 2020 el ROE alcance el 10% y se mantenga el año siguiente. Estas mismas previsiones recogen una ratio combinada del 96,1% en 2020, que bajará al 96% en 2021.
El objetivo de ingresos
La tercera gran pata de su plan estratégico es la que genera más dudas, básicamente, por el origen de los ingresos. Mapfre se ha propuesto batir los 30.000 millones en 2021, lo que supondría un crecimiento del 12,8% respecto a los 26.589 millones del año pasado.

El consenso que recoge Bloomberg prevé que este año los ingresos por primas –parte core del negocio de Mapfre– se sitúen en los 22.931 millones, un 1,7% más que en 2018, y crezca hasta los 25.000 millones en 2021, esto es, un 11% más en total. ¿Qué implica? Básicamente que Mapfre ha ajustado su plan de mínimos casi exclusivamente al crecimiento que depende de ella, las primas, y lo ha hecho considerando unos tipos de interés cerca de cero por parte del Banco Central Europeo. No se puede obviar el hecho de que el mercado espera, incluso, que la Reserva Federal baje tipos a cierre del año, lo que impactará en el resto de divisas, entre ellas, el real brasileño.
"En un entorno normalizado, la mitad de la generación de ingresos debería venir por el negocio asegurador como tal (primas) y la otra mitad por la parte de ingresos financieros, pero éstos, en la situación actual, solo aportan una quinta parte y las otras cuatro vienen del resultado técnico", asegura Nuria Álvarez, de Renta 4, que considera que "sí es factible" cumplir con el plan antes de lo previsto, aunque no se puede obviar que "hay una parte que ellos no controlan como es la siniestralidad o las catástrofes naturales".
Además, apunta la experta, en un entorno como el actual de crecimiento económico lo normal es que aumente la siniestralidad –por ende, los gastos–, pero no acompaña la rentabilidad de la cartera de inversiones, muy escorada a la renta fija en el caso de las aseguradoras, que deben minimizar los riesgos. Mapfre tiene tres cuartas partes de su portfolio invertido en bonos de gobiernos (el 56%) y en deuda corporativa.