Bolsa, mercados y cotizaciones

La Fed mantiene los tipos sin cambios en EEUU pese a las presiones de Trump

  • Los tipos se mantienen entre el 2,25% y el 2,50%
  • Powell: "La economía de EEUU sigue un camino saludable"
  • El FOMC comprometido con su objetivo del 2% de inflación
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Como esperaba más del 90% del mercado, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) optaba por no mover ficha y mantener el precio del dinero en un rango de entre el 2,25% y el 2,50%. Un nivel lo suficientemente cómodo para otear los devenires que pueda ofrecer la economía estadounidense en los próximos meses y actuar en consecuencia.

"A la luz de los desarrollos económicos y financieros globales y de las presiones inflacionarias silenciadas, el Comité tendrá paciencia a la hora de determinar qué ajustes futuros son apropiados en el rango objetivo de la tasa de fondos federales para respaldar los acontecimientos", rezó el comunicado emitido al cierre de la reunión. El documento también determinó que la creación de empleo ha sido "sólida" en los últimos meses y la tasa de paro "se ha mantenido baja".

La decisión, como ocurrió el pasado 20 de marzo, fue unánime y ninguno de los 10 altos funcionarios del banco central con derecho a voto dentro del Comité se opuso a continuar con la pausa iniciada a comienzos de año a la hora de continuar con la normalización monetaria a este lado del Atlántico.

Aunque en esta ocasión el comunicado no llegó acompañado de una actualización de las proyecciones en las que se apoya la Fed a la hora de concluir el rumbo de su política monetaria, es importante recordar que la institución ya rebajó sus proyecciones de crecimiento para este año hasta el 2,1% hace poco más de un mes. Por aquel entonces también telegrafió implícitamente al mercado que la paciencia se mantendrá a lo largo de este año, cuando no se esperan subidas en los tipos de interés a corto plazo.

De todas formas, en su comunicado publicado el miércoles, los miembros del FOMC observan como el crecimiento del gasto de los hogares y la inversión fija empresarial se desaceleró en el primer trimestre. Además, tomando como referencia los últimos 12 meses, la inflación general y la subyacente, que deja de lado alimentos y energía, han disminuido y están por debajo del 2% objetivo de la Fed. En general, el banco central determina que las presiones inflacionarias sobre las compensaciones se han mantenido bajas en los últimos meses mientras que las encuestas sobre las expectativas de inflación a largo plazo han cambiado poco.

Aún así, el presidente de la Fed, Jerome Powell, explicaba en su rueda de prensa posterior que "la economía de EEUU sigue un camino saludable". Pese al debilitamiento de los precios, que calificó de "transitorios", el funcionario estimó que el Comité continúa "fuertemente comprometido con su objetivo de inflación del 2%". El guardián que vela por la estabilidad en los precios y el pleno empleo indicó que los riesgos a la baja se han moderado. Al respecto mencionó los recientes datos procedentes de Europa, mejor de lo esperado, el retraso del Brexit y el progreso en las conversaciones comerciales entre EEUU y China.

¿Sugiere esto que el FOMC ha alcanzado ya su tasa de política neutral, el nivel en el que las tasas ni lastran ni fomentan la actividad económica?. Según el último diagrama de puntos, herramienta en la que se proyectan las posiciones de los distintos funcionarios del banco central sobre los tipos a corto y medio plazo, aún existe una modesta preferencia por aumentar el precio del dinero en otros 25 puntos básicos el próximo año. Pero, dado el giro ofrecido por Powell y sus chicos a comienzos de este año y su dependencia de los datos, sigue sin ser evidente si el próximo movimiento será un incremento o por el contrario una rebaja.

El mercado parecía tenerlo claro antes de escuchar a Powell, descontando ya que el ciclo alcista que comenzó en diciembre de 2015 había llegado a su fin y que la Fed se verá obligada a reducir las tasas federales a finales de este año. Sin embargo, tras las declaraciones del presidente de la Fed, las expectativas han variado. El 39,8% de los operadores estima que los tipos de interés se situarán al cierre de la comitiva del 11 de diciembre en un rango del 2% y el 2,25%, es decir, implican una rabaja de tipos, frente al 43,8% que considera que se mantendrán en los niveles actuales, según el FedWatch de la CME. Antes de la rueda de prensa el porcentaje de expectativas que apuntaba a una rebaja de tipos antes de acabar el año sobrepasaba al que prevé que estos se mantendrán sin cambios.

No obstante, en los primeros tres meses del año, la economía de EEUU ha generado una media mensual de 180.000 empleos y logró que el PIB avanzase un 3,2% entre enero y marzo. Pese a que el repunte en la actividad estuvo distorsionado por un aumento significativo de las exportaciones, los inventarios y el gasto público, los fundamentos siguen siendo relativamente sólidos. Durante el mes de abril, el sector privado sumó 275.000 empleos, por encima de lo previsto, a la espera de conocer la cifra oficial el viernes. Aún así, otros datos son menos halagüeños.

Si rascamos el dato de crecimiento del primer trimestre, cuando la economía avanzó un 3,2%, podemos observar como el gasto del consumidor, que representa dos tercios de la economía estadounidense, se moderó a una tasa del 1,2% en el primer trimestre. Esto supone un retroceso con respecto al cuarto trimestre, cuando el consumo aumentó a un ritmo del 2,5%. Además, el índice de gerentes de compras del sector manufacturero por el Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) se ubicó en 52,8 en el pasado mes, su cota más baja desde octubre de 2016 y una brusca bajada respecto a la lectura de 55,3 en marzo.

También preocupa el enfriamiento de la inflación. El índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), el termómetro favorito de la Reserva Federal para medir la inflación, cerró el primer trimestre en el 1,3%, en su lectura subyacente, alejándose nuevamente del objetivo del 2% que busca el banco central. De hecho, esta semana conocimos la lectura correspondiente al mes de marzo, cuando esta misma cifra avanzó hasta el 1,6%, mínimos de los últimos 14 meses.

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha continuado con su campaña de presión sobre el banco central del país y esta misma semana consideró que la Fed debería rebajar los tipos un 1%, es decir, 100 puntos básicos, y reanudar la compra de bonos y activos respaldados por hipotecas, el conocido como Quantitative Easing, para asegurar que la economía estadounidense tenga el potencial de "subir como un cohete".

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