
Las entidades financieras del Viejo Continente fueron ayer los principales protagonistas de la sesión al ser, durante buena parte de la jornada, los que lideraron los avances que registraron algunas de las bolsas europeas como la italiana, la española o incluso el EuroStoxx.
La noticia de que el Banco Central Europeo está estudiando imponer diferentes tramos al tipo sobre la facilidad de depósito que ahora mismo tiene un tramo único del -0,4% fue ayer bien recibida por las entidades bancarias al ver como el BCE podría 'echarles una mano' estableciendo un mecanismo por el que una parte del exceso de reservas no estuviera penalizado con el -0,4%.
Sin embargo, la prudencia sigue predominando en los mercados y la euforia inicial al conocerse esta medida se fue desbravando hasta provocar que los índices cerraran lejos de los máximos intradía, "lo cual es de todo menos un signo de fortaleza", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotarder. "No nos sorprende este movimiento en la medida que seguimos considerando que el actual rebote tiene visos de ser bastante vulnerable", añade el experto.
Eso sí, el rebote desde soportes, sí que sirve para reforzar los niveles que no debería de perderse bajo ningún concepto si se quiere seguir confiando en una consolidación previa a mayores alzas en el futuro.
"La cesión de soportes como los 9.100 puntos del Ibex 35 y los 3.270 del Eurostoxx 50 sería de todo menos algo alcista para la renta variable europea y advertiría de que muy probablemente estemos ante el proceso de corrección del rebote de las últimas semanas y que nació en los mínimos de Navidad, que es la corrección que insistentemente hemos venido señalado que hay que esperar antes de plantearse tomar nuevas posiciones en bolsa europea", explica Cabrero.
En una vuelta a dichas zonas influirá el avance en las negociaciones para el Brexit. Ayer las ocho propuestas de solución alternativas presentadas por los diputados en el Parlamento británico fueran rechazadas, algo que levanta muchas dudas sobre el futuro de las negociaciones para el plan de salida del país de la Unión Europea y que podría pasar factura a unos selectivos que siguen pendientes de que en Wall Street también se resuelva el debate que viven alcistas y bajistas.
Y es que, al otro lado del Charco, las caídas que vimos a finales de la semana pasada aún podrían tener cierta continuidad hasta soportes que presenta el Dow Jones Industrial en los 25.000 puntos y el S&P500 en los 2.750 puntos, que son las respectivas bases de los canales que podrían estar acotando esta consolidación a corto plazo.
'Rally' de bonos
Y mientras tanto, los inversores se siguen decantando por la compra de bonos en el mercado de deuda, lo que favorece un descenso de la rentabilidad que ofrecen en el mercado secundario.
El futuro del Bund ha marcado a corto plazo nuevos máximos del año y crecientes dentro de las subidas de los últimos meses, "lo cual nos indica que su tendencia alcista se mantiene del todo intacta", afirma Cabrero, que asegura que "un escenario de mayores alzas es el que parece más probable".
El riesgo en términos de rentabilidad es que la curva de tipos del 10 años alemán pueda dirigirse a sus mínimos históricos en el -0,20%, máxime tras perder a corto soportes intermedios en el -0,10%. Esto aún daría margen de subida en el futuro del EuroBund.
En España, el interés del bono de referencia se ha reducido cerca de 70 puntos básicos desde octubre de 2018, como consecuencia de las incertidumbres globales y del mayor tono acomodaticio adoptado por el Banco Central Europeo (BCE). Este punto de partida favorece que la incertidumbre política pueda provocar una oleada de ventas de bonos españoles, rebajando su precio e incrementando su rentabilidad.
Un movimiento que solo se podría aprovechar invirtiendo contra la deuda española: una estrategia que es posible pero no para todos los públicos.