
¿Recuerda cuántas horas pasó con el famoso juego de la serpiente incluido en su teléfono Nokia de principios de siglo? El modelo 3310 fue el móvil más codiciado por aquella generación y la compañía finlandesa se convirtió en esos años en una de las firmas con mayor valor de la bolsa europea, tras alcanzar los 300.000 millones de euros en pleno apogeo del sector tecnológico. Pero al igual que la serpiente de la aplicación, la firma murió atrapada por su éxito y no supo adaptarse ni ser competitiva en la era de los smartphones.
Casi dos décadas después, Nokia vale 10 veces menos después de vender, eso sí, su segmento de móviles a Microsoft y centrarse en el negocio de redes y en Inteligencia Artificial. Y no es el único ejemplo de cotizadas que ya no son rastro de lo que fueron para el mercado. En estos últimos años, también se ha desinflado el peso bursátil de valores como Carrefour, la aseguradora Generali, Royal Dutch Shell o Repsol, que ya no cotizan en el índice de referencia europeo.
Algo más de 20 años después de la creación del EuroStoxx 50, la fotografía que arroja su composición ha variado sustancialmente -ver gráfico abajo-, aunque en términos de nacionalidad, son las cotizadas francesas y alemanas las que continúan liderando el ranking por capitalización bursátil en el Viejo Continente.
Las grandes diferencias las protagonizan Italia y Reino Unido -Irlanda y Escocia-, que han visto cómo su presencia en el EuroStoxx 50 se reduce a la mitad en este periodo. En el caso de la primera, el descenso es de de seis a tres miembros, y en el de Reino Unido, de dos a uno.
Vocación internacional
De los cerca de 3 billones de euros que capitaliza el selectivo, Francia representa algo menos de un tercio, con 18 cotizadas que se han situado de manera regular entre los pesos pesados del selecto club. Prueba de ello es que cinco de los 10 grandes valores tengan pasaporte galo -LVMH, Total, L'Oreal, Sanofi y Airbus- y que, entre ellas, la petrolera y la farmacéutica se hayan situado en el Top Ten por tamaño durante 18 y 17 años, respectivamente.
La sigue, con algo de distancia, Alemania con 13 firmas entre las que SAP, Allianz y Siemens se cuelan hoy entre las 10 mayores. Y con seis miembros, empatan España -ver apoyo- y Holanda.
Por otra parte, aunque Bélgica solo aporta una cotizada, es la segunda firma que más capitaliza. Se trata de la cervecera Anheuser-Busch InBev, que se queda a 10.000 millones desuperar a la firma de lujo LVMH, la más grande de Europa.
España no está mal posicionada, teniendo en cuenta la relación entre su presencia en la bolsa y el PIB. Con la reciente inclusión de Amadeus, nuestro país ganó peso después de la salida de Repsol en la revisión de 2015. No se producía la entrada de una española desde 2011, cuando Inditex logró su plaza. La cuestión ahora es que no hay futuribles candidatas al EuroStoxx.
Mientras que Francia y Alemania se industrializaron antes -lo que dio mayor recorrido a sus empresas- sus compañías también tienen una vocación internacional mayor. "Tienen mucho potencial de crecimiento en China, a diferencia de las empresas españolas, que dentro de los mercados emergentes tienen su foco en una región más inestable y con menos potencial como el Latinoamérica", explica Felipe López-Gálvez, de Self Bank.
"En cambio, continúa el analista, "en España el sector servicios tiene mayor peso y no da tanto pie a operaciones corporativas que acaben generando grandes grupos empresariales". Un ejemplo de ello fue la compra de Seat por parte de Volkswagen, lo que demuestra la fortaleza de la industria de las economías centroeuropeas.
Menor peso bancario
Pero si hay un sector que ha contribuido con su ausencia a transformar la composición del EuroStoxx en la última década ha sido, precisamente, el bancario. Actualmente el selectivo cuenta con seis bancos frente a los 10 que tenía entre 2006 y 2010.
La industria financiera fue una de las más sufrieron la crisis económica de 2008, y una década después, su travesía en el desierto de la Eurozona aún no ha terminado. Desde los máximos de 2007, los bancos pierden un 74% y son el sector más castigado en el parqué.
"El contexto económico no es el idóneo para el sector"
"En su momento, en esta lista de mayores empresas figuraban los bancos españoles. Sin embargo, el contexto económico no es el idóneo para el sector, y la corriente empresarial hace que ahora sean más fuertes sectores como el tecnológico o el de bienes de consumo", argumenta López-Gálvez, quien recuerda que en la lista europea actual preponderan empresas de consumo masivo. "Una parcela en la que, exceptuando Inditex, España nunca ha sabido posicionarse", señala.
En este contexto no es de extrañar que un tercio de los bancos haya abandonado el selectivo en los últimos 11 años. El banco holandés ABN Amro y el irlandés Allied Irish Banks (AIB) fueron expulsados del índice de blue chips en 2007. En 2011 fue el turno de la entidad francesa Crédit Agricole, y en 2016, la firma italiana Unicredit siguió el mismo camino. El último en abandonar el índice en septiembre de 2018 fue el germano Deutsche Bank.