Empresas y finanzas

¿Corre Apple el riesgo de convertirse en la nueva Nokia?

  • La clave es si la compañía logrará revolucionar el mercado de nuevo
Un usuario con el iPhone X. Foto: Archivo
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A comienzos de año, el analista de Goldman Sachs, Rod Hall, respondió al profit warning realizado por Apple con una comparación que la de Cupertino, California, seguramente nunca querría escuchar. En su análisis este experto mencionaba el ocaso de la finlandesa Nokia a la hora de encontrar explicaciones para la fatiga que enfrenta la compañía de la manzana con su iPhone.

Hall indicó que la debacle de Nokia comenzó realmente cuando la compañía se volvió dependiente de las actualizaciones que sus clientes hacían de sus teléfonos después de saturar el mercado con múltiples modelos. La situación se volvió contraproducente cuando los usuarios de la finlandesa comenzaron a esperar más y más tiempo para actualizar sus teléfonos. También jugó un papel clave la irrupción del iPhone en 2007.

A partir de dicho momento, el móvil no era solo un teléfono para recibir llamadas sino que se transformó en un dispositivo capaz de emular a un ordenador portátil y albergar múltiples aplicaciones, de ahí la llegada del smartphone, o teléfono inteligente. Apple irrumpía no solo con un gadget que ha marcado un antes y un después dentro de la industria sino que también avanzaba en la arquitectura de su ecosistema, el sistema operativo iOS que más tarde coordinó con macOS y sus múltiples servicios como iTunes, Apple Music, etc.

Nokia cometió el error de asociarse con Microsoft para el software de sus smartphones

Nokia perdió completamente el paso al retrasar más de la cuenta el desarrollo de su sistema operativo MeeGo. Cuando finalmente se dieron cuenta de que era demasiado tarde para establecer su propio sistema operativo, buscaron asociarse con la compañía de software incorrecta: Microsoft en lugar del Android de Google. El por entonces consejero delegado de Nokia, Stephen Elop, reconoció en una carta a sus empleados por aquel entonces que la batalla de los dispositivos se había convertido "en una guerra de ecosistemas".

En 2013, Nokia, quién dominó el mercado mundial de teléfonos móviles, vendió su división de Dispositivos y Servicios a Microsoft por 7.200 millones de dólares después de haber llegado a valer hasta 100.000 millones de dólares en 2007. Los teléfonos Nokia regresaron al mercado después de que Microsoft vendiera dichos activos móviles por 350 millones de dólares a Foxconn y HMD Global, incluido el derecho a usar la marca finlandesa.

¿Es el ecosistema de Apple la clave?

"Más allá de China no vemos pruebas sólidas de una desaceleración del consumidor hacia 2019, pero solo señalamos a los inversores que creemos que las tasas de reemplazo de Apple son probablemente mucho más sensibles a la coyuntura macroeconómica, ahora que la compañía se está acercando a penetración máxima de mercado para su iPhone", indicaba el analista de Goldman el pasado mes.

Aunque es cierto que el smartphone de Apple podría haber tocado techo, su ecosistema es envidiable. A finales de 2018 alcanzó una base instalada histórica de dispositivos activos de 1.400 millones, lo que supone que la compañía ha sumado aproximadamente 100 millones de dispositivos activos por año durante los últimos tres años. Además, la tasa de retención de Apple también es realmente elevada. En el tercer trimestre de 2018 se estimó entre el 85% y el 89%. Eso sí, todavía se ve superada por la de Android, que se ubicó entre el 89% y el 92%. De todas formas, según IDC, el iOS de Apple ha rascado cuota de mercado a Android en cada trimestre desde comienzos de 2018.

El negocio de servicios, donde se incluyen por ejemplo Apple Music o iTunes, por mencionar algunos, alcanzó ingresos récord en los últimos tres meses de 2018 de 10.900 millones de dólares, un 19% más que hace un año. Los ingresos de los ordenadores Mac crecieron un 9% mientras que la categoría de wearables y accesorios, donde se incluye su Apple Watch y sus altavoces inteligentes HomePods, vieron como las ventas tocaron un récord al aumentar un 33%. Por su parte, los ingresos derivados de las ventas de iPads subieron un 17%.

Pese a que estas cifras ofrecen algo de alivio, no compensan ni mucho menos la pérdida de ingresos generada por el iPhone, ni siquiera el segmento de servicios. Los ingresos del iPhone disminuyeron un 15% interanual en el primer trimestre fiscal de la compañía y los derivados del resto de negocios aumentaron un 19%. Aún así, la caida total en los ingresos de la de Cupertino fue de casi un 5%.

En su segundo trimestre fiscal, la tendencia en la debilidad del iPhone podría continuar, con una disminución de ingresos proyectada del 6,7% interanual. Algunos analistas indican ya que la disminución secuencial entre el primer y el segundo trimestre fiscal podría ser la más pronunciada en la historia del smartphone de Apple.

Quizás todavía es muy pronto para realmente situar el destino de la de la manzana en el mismo que sufrió Nokia. Algunos prefieren hablar de "una crisis de los 40" (midlife crisis, en inglés) para referirse a la dependencia que todavía tiene la compañía en sus iPhones.

La pregunta es si Tim Cook y sus chicos conseguirán encontrar un nuevo producto que revolucione el mercado como ya lo han hecho previamente sus ordenadores, sus iPods o sus propios teléfonos. En los últimos años, sus nuevas familias de dispositivos, como el Apple Watch o el HomePod se postulan como una evolución de otras alternativas en el mercado y no una revolución en sí mismos, señalan algunos expertos a la hora de reiterar la ferviente necesidad de encontrar un nuevo gadget que encandile a los consumidores y marque una nueva tendencia.

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