Casi al mismo tiempo en que representantes de la OCDE y del Banco de España debatían (una vez más) hace una semana sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones, Inverco publicaba unas cifras de la industria privada de pensiones que, no por haber tenido poco eco en la prensa, dejan de ser muy importantes. Por primera vez en la historia las prestaciones de los sistemas privados de pensiones (planes individuales, de empleo y asociados) superaban a las aportaciones dejando la cifra de aportaciones netas en 2018 con un saldo negativo de 200 millones de euros.
Es la última mala noticia a la que se enfrentaba una industria que cada vez pesa menos en el ahorro financiero de las familias españolas. Sí, es cierto que en la última década ha crecido un 31% pero la cifra dista mucho de parecerse al 39% que lo han hecho los seguros de ahorro y, sobre todo, al 120% de incremento que han experimentado los fondos de inversión, que triplican el peso de los fondos de pensiones en el ahorro financiero de las familias españolas (15% los primeros, frente al 5% de los segundos).
La OCDE es consciente del problema de las pensiones privadas en España, pero no solo en España, y considera que una de las soluciones para conseguir que los planes de pensiones ganen atractivo pasa porque empiecen aplicar lo que en la industria se conoce como comisiones de éxito, es decir, que los planes de pensiones cobren la mayor parte de sus comisiones solo cuando ganan dinero.

En muchos países se está mejorando la transparencia de estos costes pero a veces no ha sido suficiente. Los japoneses han introducido las comisiones sobre resultados, tenemos propuestas en este sentido y estamos trabajando en varios países con esta idea", apuntó Pablo Antolín, responsable de la unidad de pensiones privadas de la OCDE.
Más teniendo en cuenta que, según sus cálculos, la comisión tiene un gran impacto en el ahorro final que consigue el partícipe: "Una comisión del 0,75% reduce la pensión un 17%, y una del 1,5% la recorta en un 30%. Por eso es importante que los costes estén en consonancia y alineados", afirma.
Cuando este experto habla de "los japoneses" se refiere a la decisión que tomó a mediados de 2018 el Fondo Soberano de Japón, el mayor del mundo con 1,2 billones de euros, de recortar su comisión fija de gestión y empezar aplicar una variable solo cuando el fondo tuviera resultados positivos con el objetivo de "asegurar que la cantidad de comisiones esté ligada a obtener una buena rentabilidad a medio y largo plazo", según explicaron.
Este cambio en la estructura de comisiones hacia un modelo mixto que aúne una baja comisión fija y una más alta en función de los resultados es el modelo que también están aplicando muchas gestoras de fondos de inversión tanto extranjeras como españolas -de hecho, el 12% de los fondos españoles ya aplica comisiones en función de los resultados-. Pero en el caso de los planes de pensiones, ese porcentaje cae hasta el 1% del total ya que, según los datos de la Dirección General de Seguros (DGS), solo existen 19 planes de pensiones, de un total de 1.310 que aplican este modelo mixto.
Una de las diez gestoras que ha recurrido a este modelo es Buy&Hold y, además, lo aplica en todos los productos que ofrece. "Creemos que tienen todo el sentido ya que la gente no está tranquila cuando paga comisiones y pierde dinero, pero sí cuando paga porque ha ganado dinero", afirma Rafael Valera, socio de la gestora. Paula Mercado, directora de análisis de VDOS, también cree que este modelo de comisiones "es una buena iniciativa para motivar a los gestores a cuidar más la gestión de sus planes de pensiones siempre que se fije un umbral mínimo de retorno o un umbral máximo". Más teniendo en cuenta que son pocos los planes de pensiones que han conseguido mejorar en rentabilidad a sus índices de referencia o, lo que es lo mismo, dar un valor añadido a sus partícipes.
De hecho, según el estudio "Rentabilidad de los Fondos de Pensiones en España, 2003-2018", realizado por el profesor del IESE Pablo Fernández, entre los 385 fondos de pensiones con 15 años de historia, sólo seis superaron la rentabilidad del Ibex 35, y doce la de los bonos del Estado a 15 años.
Aumento de la competencia
Sin embargo, más allá de alinear intereses con los partícipes a través de las comisiones, lo que reclama la industria es una mayor competencia en un tipo de productos que está totalmente ligado a entidades financieras y, sobre todo, una mayor competencia entre diferentes productos susceptibles de destinarse al ahorro de la jubilación. "Si lo que se quiere es abrir el sector lo que se podría hacer es adoptar modelos como los 401k americanos, de tal manera que la ventaja fiscal se dé en cualquier producto pensado para el ahorro, sean planes, fondos o acciones", reclama el economista Miguel Ángel Bernal.