
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y los miembros del Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) han comenzado el año su-friendo cierto déjà vu. Tras el truculento fin de curso sufrido por los mercados financieros, los responsables de la política monetaria estadounidense echan mano de la experiencia más reciente para calibrar su hoja de ruta de 2019 que, en estos momentos, se parecerá más a 2016.
"El repunte de la bolsa el pasado viernes en respuesta a los comentarios de Powell confirma que un tono amistoso de la Reserva Federal puede marcar una gran diferencia en las condiciones financieras", destaca Jay Hatzius, economista de Goldman Sachs. De hecho, Hatzius, quien llegó a pronosticar hasta cuatro subidas de tipos en el ejercicio en curso, ha recortado significativamente sus proyecciones. "Durante al menos las próximas reuniones, el FOMC se mantendrá en modo de espera", asegura indicando que quizás un par de subidas de tipos hacia final de año podrían servir de base.
Hace tres años, cuando el banco central estaba liderado por Janet Yellen, el FOMC proyectaba hasta cuatro subidas a lo largo de 2016. Sin embargo, el revés de los mercados globales, con epicentro en China, obligó a los funcionarios de la Fed a revisar su plan, subiendo tipos en solo una ocasión en su última reunión de diciembre.
Por aquel entonces, pese al tambaleo del gigante asiático, el referéndum en Reino Unido a favor del Brexit y las elecciones presidenciales que consagraron a Donald Trump como presidente del país, el Dow Jones cerró el año con una rentabilidad del 13,4% y el S&P 500 acumuló subidas del 9,5%. La pregunta es si, en esta ocasión, la flexibilidad de la Fed tendrá el mismo efecto.
"Actualmente, el mercado espera que las tasas se mantengan sin cambios a lo largo de 2019, no obstante, aún anticipamos alguna subida", señala Mark Schofield, economista de Citi. Es cierto que los inversores parecen haberse apresurado a descontar que la Fed no moverá ficha este año. Según el FedWatch que elabora la CME, el 68,1% del mercado prevé que los tipos se mantengan entre el 2,25-2,50% al cierre de 2019. Para la primera reunión de 2020, un 16,4% espera incluso una bajada.
La actividad sigue sólida
Con todo, mientras la economía global sigue mostrando señales de fatiga y las condiciones financieras se endurecen, es cierto que a este lado del Atlántico la actividad sigue siendo sólida. Algunos indicadores co-mienzan a ofrecer cifras más suaves, pero, pese a ello, "los temores de una recesión en los mercados financieros en las últimas semanas están siendo exagerados", recalca Hatzius. Dicho esto, con el efecto evaporado de la reforma fiscal, los bloqueos legislativos en Washington y una inflación que alcanza ya las metas de la Fed, el margen de maniobra de Powell no es el mismo que el de Yellen en 2016. "Aún es pronto para asumir que la Fed emulará el guión de 2016", advierte Andrew Hunter, de Capital Economics, quien señala que las condiciones financieras se han endurecido, pero no tanto como hace tres años, y que la coyuntura económica de EEUU es mucho más sólida.