OHL
17:38:00
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OHL comienza la semana con un fuerte rebote del 7,5% (ha llegado a subir incluso un 17% este lunes), con lo que frena la mala racha que ha vivido en el Mercado Continuo en las últimas semanas.
Desde el pasado día 5, la constructora de Villar Mir se deja casi un 40% en el parqué. Ya el pasado viernes intentó frenar esta caída: comenzó la sesión con fuertes subidas, de hasta el 7%, pero terminó la sesión cediendo un 1% tras la rebaja de la calificación de su deuda por parte de Moody's.
La agencia redujo un escalón el rating corporativo de OHL y de su deuda senior no asegurada desde 'B3' a 'Caa1', con perspectiva estable. Así, lo mantuvo en el nivel de bono basura por sus "pobres resultados" del tercer trimestre.
En concreto, la constructora perdió hasta 1.335 millones de euros en los nueve primeros meses de 2018 por nuevos proyectos con problemas, según anunció la propia compañía el pasado miércoles tras el cierre del mercado.
Los bajistas aumentan posiciones
Estas cifras provocaron que OHL se desplomara en bolsa casi un 19% en la sesión del jueves. Pero la compañía ya arrastraba fuertes pérdidas desde la semana anterior. Por ello, varios fondos bajistas han aprovechado la situación para aumentar su participación en el capital de la constructora de Villar Mir.
Los 'cortos' se caracterizan, en general, por entrar en el capital de una empresa cotizada cuando prevén que esta sufrirá caídas en el corto plazo. Es decir, ganan cuando pierde el valor. Habitualmente alquilan las acciones que compran y, cuando las reciben de vuelta, acuden de nuevo al mercado para adquirirlas de nuevo.
Así, los primeros en mover ficha fueron Marshal Wace y Melqart. Ambos hedge funds aumentaron su participación en el accionariado de OHL la pasada semana hasta el 2,80% y hasta el 1,82% respectivamente, según los datos recogidos por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), anticipándose a los descensos que continuaría viviendo la compañía.
Pero no han sido los únicos: el jueves, AQR Capital y GSA Capital también aumentaron su presión sobre la compañía, hasta el 0,6% y el 0,55% del capital, respectivamente.