Revés a Francisco García Paramés. La suiza Aryzta, una de las apuestas firmes del Warren Buffett español con casi un 15% de su capital, se hundió en bolsa después de que los accionistas aprobasen una ampliación de capital de 790 millones de euros. La empresa dedicada a la fabricación de masas congeladas ha llegado a dejarse más de un 20%.
El presidente de Aryzta, Gary McGann, ha asegurado que estaba "enormemente aliviado" por el resultado, lo que significará que a los accionistas tendrán opción de comprar diez nuevas acciones por cada una antigua. "Es un enorme paso adelante", indicó después de la junta general, diciendo que Aryzta ahora podría pasar a "dirigir el negocio en lugar de administrar su balance".
Estas declaraciones suponen un jarro de agua fría para Paramés, que hace unas semanas se puso serio con los directivos de Aryzta y pedía una ampliación de sólo 400 millones (la mitad) al considerar que era más que suficiente para solucionar los problemas financieros de la firma.
"La ampliación de capital parece una sobrerreacción dirigida por los bancos prestamistas para proteger su propio interés", señaló la gestora española, para quien "algunos prestamistas podrían tener conflicto de interés porque actúan como coordinadores y aseguradores en la ampliación de capital, beneficiándose de los honorarios (de 50 millones de euros), y además usando los fondos para reducir su exposición crediticia y su perfil de riesgo". Entre estas firmas, Cobas AM identificaba a Credit Suisse, Bank of America Merrill Lynch, UBS, HSBC y JP Morgan.
