EEUU es para compañías como Acerinox, Cintra y Deoleo su primer mercado y los representantes de estas compañías están convencidos de que será de este país donde en la próxima década procederá el mayor crecimiento para sus respectivos negocios. Así lo han manifestado en la V Edición de Empresas que aportan valor al accionista, centrado en aquellas que invierten en EEUU, que organiza elEconomista y patrocina Deloitte y Ferrovial y que se ha celebrado esta mañana en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
En el caso de la primera, la mitad de las ventas del grupo son en EEUU y es la principal aportadora de beneficios del grupo gracias a la joya de la corona que representa su fábrica de Kentucky. Acerinox tuvo que hacer de la necesidad virtud y se marchó a EEUU en un momento en el que en Europa se imponía un mercado de cuotas y allí en los años 90 empezaron a producir.
La apuesta era ser un fabricante eficiente en EEUU ya que los fabricantes norteamericanos no lo eran especialmente. La clave fue tener presencia allí, no estar expuestos a cuotas y aranceles hasta tal punto que la mitad de la cuota de mercado del acero que se produce en EEUU lo hace Acerinox.
¿Por qué invertir en EEUU? "La seguridad jurídica es muy elevada. La eficiencia tanto regional como central es muy elevada", explica Miguel Ferrandis, CFO de Acerinox. En este punto coincide con Nicolás Rubio, director de operaciones global de Cintra, quien considera que "EEUU ha demostrado que está por delante del presidente que le toque y la seguridad jurídica y las inversiones a largo plazo están garantizadas". Esta compañía de infraestructuras de autopistas lleva en EEUU desde finales de los años 90, primero en los estados de Chicago e Indiana y actualmente en California, Virginia y Texas.
El caso de Deoleo es algo distinto, ya que el mercado de la alimentación no tiene nada que ver con el de las autopistas o el acero. "Un norteamericano consume dos botellas de aceite al año", señala Pierluigi Tosato, presidente de Deoleo. Su cuota de mercado representa un 15%, pero es un negocio en el que hay que estar porque es el país más importante del mundo.
Guerra comercial
La guerra comercial también ha afectado de manera distinta a estas empresas. Para Acerinox, la situación es muy beneficiosa. "El tema arancelario no es un tema del señor Trump. La Administración Obama ya había reaccionado de forma muy ágil frente a las importaciones chinas", explica Ferrandis. La reforma fiscal ha sido muy beneficiosa porque ha reactivado el consumo. El año pasado tenía una tasa fiscal del 37%, ahora en el 25%.
Si Acerinox es la cara, Deoleo es la cruz. "Los últimos años por una tema de falta de norma de calidad, muchas cooperativas española han empezado a exportar a precios muy bajos. Los californianos han reaccionado y han hecho mucho lobby en Washington para controlar las importaciones de Europa utilizando herramientas de comunicación malas como las fake new", explica Tosato. Esto ha provocado una pérdida de confianza de los americanos en el producto europeo. Es un mundo de lobby. "Hace falta una norma de calidad".