
El impuesto a las transacciones financieras, conocido como tasa Tobin, que ha puesto en marcha el Gobierno "es muy mala idea". Así de contundente se mostró Jorge Yzaguirre, director de Mercados de BME, ayer durante la V Edición de las jornadas de Empresas que crean valor para el accionista, organizadas por elEconomista, cuyo contenido se publicará este sábado en Ecobolsa. Yzaguirre destacó que esta impuesto "es muy peligroso por el riesgo de deslocalización", y explicó que "si no se aplica racionalmente, y no se puede aplicar equitativamente, el riesgo de que el inversor se vaya a otras plataformas o a otros lugares y otros mercados OTC (no regulados), sin transparencia, es enorme".
El director de Mercados de BME alertó que en el contexto actual "las compañías se financian donde quieren, negocian en el mercado que quieren y liquidan donde quieren, por tanto, va a ser imposible que a todos los lugares donde se vayan a negociar los valores puedan ser objeto de seguimiento". Es decir, que tal y como están diseñada la arquitectura de los mercados, será complicado controlar que todos los inversores paguen este impuesto.
En opinión de la gestora de la bolsa española, las cifras que se han propuesto, además, son "desproporcionadas", teniendo en cuenta que "la tarifa de contratación por parte de BME es de 0,3 de punto básicos y se está hablando de 20 puntos básicos, 0,20 por ciento". Yzaguirre también subrayó que tampoco es el momento para imponer esta tasa. "No nos parece que sea el momento adecuado tal y como están los precios del mercado español".
Desde BME trasladan un mensaje en el que coinciden totalmente con lo que han transmitido desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y es que una tasa Tobin, "se debería aplicar a nivel europeo". En estos momentos, Francia y Italia ya cuentan con este impuesto, pero no hay ningún acuerdo al respecto.