La tecnología se encuentra en el punto de mira. A la abultada subida que acumula en los últimos diez años se une el miedo a los efectos de una guerra comercial que mantienen Estados Unidos y China, y la subida de las rentabilidades de los bonos. Solo desde los máximos anuales del Nasdaq 100, alcanzados a finales de agosto, el índice corrige un 4% y amenaza, así, con llevar a la bolsa europea a mínimos del año. Solo en la última semana, los inversores han retirado 4.000 millones de dólares vía ETFs en este sector, según Bloomberg, ningún otro ha registrado salidas tan fuertes.
El que más se aproxima, y se queda lejos, está relacionado con los bienes inmuebles, uno se los sectores más sensibles a los movimientos en los tipos de interés, del que han salido más de 1.200 millones de euros en los últimos cinco días (ver gráfico). Y si algo caracteriza al año en curso es el avance que se ha producido en las rentabilidades de los bonos, que ha dejado a buena parte de las carteras en números rojos, que se mueven al son de las políticas monetarias de los bancos centrales.
En el caso del bono americano, por ejemplo, su rentabilidad ha escalado del 2,4 al 3,24% en lo que va de año, fruto de la caída de su precio, que explica, también, las entradas de dinero que se han producido en el sector financiero en los últimos cinco días, en torno a 1.000 millones de dólares.
Pese a los sustos que está dando en bolsa la tecnología este año, sigue siendo el área con las suscripciones más fuertes este año, con 13.000 millones de dólares, y sus fundamentales todavía la sujetan. Según las estimaciones de la media de bancos de inversión, el beneficio de las compañías que integran el Nasdaq 100 crecerán un 10% en 2019, hasta los 474.000 millones de dólares; y un 12% en 2020, hasta superar los 530.000 millones. "La tecnología debería seguir en cabeza, pero con cierta rotación hacia sectores defensivos", estiman en Fidelity.
Los 'insiders' también pasan por caja
Los niveles a los que cotiza el Nasdaq han causado mal de altura a más de uno en los últimos meses, ya que uno de cada cuatro insiders (accionistas de referencia de las compañías con más de un 10% del capital, que a priori manejan más información que el inversor de a pie) aprovechó las subidas del índice para pasar por caja y recoger beneficios durante los últimos seis meses, según datos de Bloomberg.