
Canadá es el país que tiene la mayor parte de su superficie en forma líquida, el segundo más grande del mundo en extensión y el tercero en cuanto a reservas de petróleo, aunque no forme parte de la OPEP y en lugar de extraer sus arenas bituminosas del desierto lo haga de las planicies verdes de Alberta.
Pero Canadá también es, a sus 151 años de historia, el país que acaba de legalizar la venta de marihuana para uso recreativo y que tiene en la Policía Montada a uno de sus emblemas en el imaginario colectivo.
A todo este currículum se añade que su mercado bursátil es el sexto mayor del mundo en términos de capitalización, con un valor conjunto de 1,8 billones de euros, por detrás de los mercados de Estados Unidos, China, Japón, Francia y Alemania, pero por delante de España e Italia, según cifras recogidas por FactSet a fecha de 5 de julio. Sin embargo, si se comparan los índices de referencia de cada país, el S&P TSX de la bolsa de Toronto adelantaría a los principales selectivos de la Europa continental, también al Dax 30 y el Cac 40.
El TSX está en su zona de máximos históricos, nivel que alcanzó el pasado 22 de junio en los 16.450 puntos y del que ahora le separa alrededor de un punto porcentual. Y de igual modo que sus vecinos del sur, los índices estadounidenses, sufrió una caída de en torno al 8% entre el 26 de enero y el 8 de febrero, arrastrado en esas dos semanas por la inquietud del mercado ante la subida de tipos de interés en Estados Unidos, los intentos del petróleo por encarecerse y, en términos más canadienses, por el desplome de las acciones de Canada Goose, una de sus mayores firmas del sector textil -cuyos resultados no cumplieron las expectativas de los inversores-, y las ventas masivas de acciones que en ese momento estaban sobrevaloradas en la floreciente industria de la marihuana en el país, representada en el TSX por Canopy Growth y Aurora Cannabis, dos de los mayores productores.
No obstante, en los meses posteriores el selectivo canadiense, que ha cerrado en rojo cinco de los últimos dieciocho ejercicios, recuperó lo perdido en los primeros días de febrero y comenzó la escalada apoyado en el sector tecnológico, que es el más alcista con un ascenso del 24% desde enero.
El sector incluye nombres como Shopify, que comercializa un software para crear tiendas por Internet y procesar pagos en línea, y cuya revalorización en 2018 se acerca al 62%. Pero también incluye a Mitel Networks, que gana casi un 40% en el año con su negocio de telefonía por Internet, y el conglomerado Constellation Software, que se dedica a desarrollar programas informáticos para distintas industrias, y cuyos títulos suben un 34% en lo que llevamos de 2018.
Por el contrario, las utilities, los operadores de telecomunicaciones y el sector financiero son los sectores que registran más pérdidas.
Wheaton, Couche-Tard y SNC-Lavalin, las compañías más atractivas del mercado
De los 246 valores que componen el índice de referencia de la bolsa de Canadá, cien de ellos reciben una recomendación de compra. Entre aquellas a las que siguen más de diez analistas y que tienen, además, una capitalización bursátil superior a los 5.000 millones de euros y , las compañías con un consejo favorable más atractivo son la minera Wheaton, la cadena de supermercados Alimentation Couche-Tard, la firma de ingeniería SNC-Lavalin, el diseñador de software Open Text Corporation y la energética TransCanada. Otras compañías más conocidas que también reciben una recomendación favorable por parte del consenso del mercado son el fabricante de aviones Bombardier, Suncor y Embridge, ambas pertenecientes al sector del gas y el petróleo, y las entidades financieras Sun Life y Toronto-Dominion Bank.
En cuanto al recorrido que tienen por delante en el parqué, las firmas con mejor potencial alcista son Alimentation Couche-Tard, las compañías de la industria de la energía Teck Resources, Goldcorp y Encana y la aseguradora Manulife, todas ellas con un recorrido entre el 20 y el 30%.
El sector financiero lleva el peso del selectivo aunque la energía le va a la zaga
Entre los principales indicadores bursátiles del mundo, el TSX es de los pocos que reflejan un saldo positivo en lo que va de año, en su caso del 0,3%. Sólo el Cac 40, el S&P 500 y el Nasdaq 100 también lo consiguen, con un Mib italiano que está en el límite.
El mayor peso del selectivo canadiense es para el sector financiero, que representa un 35,5%, según datos del 31 de mayo proporcionados por TMX, el gestor de la bolsa de Toronto. De hecho, de los diez valores con más peso en el índice, cinco son bancos -RBC, Toronto-Dominion, Bank of Nova Scotia, Bank of Montreal y el Imperial Bank of Commerce- y uno, Brookfield, es un administrador patrimonial.
Pero a la zaga le van los sectores relacionados de la energía y los materiales, y ambos suman un peso del 31,4%. Además de la producción y transporte de petróleo y gas, el sector de los materiales se encarga de la transformación de las riquezas naturales de Canadá: el crudo en productos químicos, los árboles en papel, y los metales y minerales en planchas de acero.
"Los recursos naturales desempeñan un papel significativamente mayor en la economía canadiense que en la mayoría de países de la OCDE, una diferencia que no puede apreciarse por completo con sólo mirar el PIB", sostiene Doug Porter, economista jefe del Banco de Montreal (BMO).
"De acuerdo con Statscan [el INE canadiense], los recursos naturales suponen el 10% del PIB y el 3,4% del empleo, pero más del 50% de las exportaciones de bienes", prosigue Porter. "Las principales mercancías que se producen en Canadá son el petróleo, el gas natural, metales preciosos y comunes, madera, agricultura y potasa", añade.
Sin embargo, la composición del índice se ha dado la vuelta en la última década. Según datos de TMX, los sectores de energía y materiales rozaban el 50% en mayo de 2008 frente al 27% que representaba la industria financiera. "El cambio más notable es el crecimiento del sector servicios a causa del aumento de los servicios financieros y transacciones inmobiliarias, en gran parte a expensas del encogimiento del sector manufacturero", explica Porter, quien ve a las finanzas y la minería sobre representadas en el índice, mientras que sectores como las telecomunicaciones, la tecnología, las utilities y la industria sanitaria están infrarrepresentadas con un peso inferior al 5%.
"Creemos que algún tipo de acuerdo se logrará con EEUU, pero puede que no sea beneficioso [para Canadá] ni similar a NAFTA"
Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA en sus siglas en inglés) parado por las próximas elecciones legislativas en Estados Unidos y la imposición de tarifas aduaneras del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio por parte de Washington, las relaciones entre Estados Unidos y Canadá viven un tiempo difícil, en el que Canadá se juega mucho ya que cerca de tres cuartas partes de las exportaciones de mercancías canadienses se dirigen al sur de la frontera, en el paralelo 49, según los datos que publica la CIA en su Factbook.
"Creemos que algún tipo de acuerdo se logrará con Estados Unidos, pero puede que no sea beneficioso [para Canadá] ni similar a NAFTA", apunta Doug Porter, de BMO. "Desafortunadamente, el estado de ánimo se ha deteriorado desde mayo y las probabilidades de ver un resultado positivo en 2018 son menos del 50%. Nuestro punto de partida es que no habrá acuerdo, con brotes ocasionales de proteccionismo en sectores e industrias específicos", explica el economista.
Canadá teme que las nuevas tarifas de Estados Unidos puedan inundar el mercado canadiense de acero y aluminio extranjero y también planean establecer cuotas y elevar las tarifas al acero chino para salvaguardar la economía local. "El impacto de las tarifas estadounidenses, junto con la respuesta canadiense, podría raspar un 0,3% del crecimiento de la economía canadiense el próximo año", recalcan desde el banco quebequés.