El mes de julio es el tradicionalmente elegido por un buen puñado de compañías españolas para repartir su dividendo complementario o, en el caso de que paguen de una sola vez, para realizar esa única entrega anual. Algunos de los dividendos que están por venir ofrecen atractivas rentabilidades.
Pero los expertos insisten en que, más allá de que el cupón sea atractivo, quien invierta en valores por su política retributiva debe fijarse en aspectos más relevantes: "Cuidado con convertirse en un cazadividendos", advierte Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis; se refiere a quienes entran en el valor justo antes del pago, lo cobran y venden.
"Esa operativa tiene mucho riesgo, puedes ganar un 5% o perder más que eso". Debe tenerse en cuenta que, generalmente, el día del pago la cotización de la acción descuenta el importe del dividendo. Un enfoque bien distinto, explica Perea, es el de aquellos inversores que "entran en una acción con una visión de medio o largo plazo, después de analizar sus dividendos y ver que son consistentes", explica.
Remuneración duradera en empresas con negocios que crecen: esto es lo que se debe buscar. Por suerte, señala Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance, las compañías son claras y publican sus políticas retributivas. "Si el beneficio por acción crece y la empresa considera el dividendo una buena forma de remunerar, eso ya es una base para entrar en el valor", afirma. Y desaconseja operar como un cazadividendos "excepto en un mercado muy alcista, porque en este tipo de mercado el descuento del dividendo dura horas".
Una rentabilidad por dividendo elevada no siempre se corresponde con un beneficio creciente ni con una retribución sólida, explica Ignacio Rambaud, socio director de marketing de Fidelity International, que comenta que esos abultados rendimientos pueden enviar "señales erróneas" a los inversores. El flujo de caja de una empresa, añade Rambaud, "es particularmente importante porque determina la habilidad de su equipo directivo para pagar dividendos". Otros factores como un buen balance y un equipo de gestión fuerte también son claves para identificar compañías con una estrategia creíble de remuneración al accionista, agrega.
Pagos con alzas del beneficio
Si nos fijamos en el calendario de pagos para julio y agosto, las compañías con las entregas más rentables, que además ofrecen dividendos sostenibles y beneficios crecientes son, entre otras, la ya mencionada Acerinox, Naturgy (antes Gas Natural), Iberdrola y Gestamp. Se han descartado las que reciben una mala recomendación del consenso, las que recortarán el dividendo en 2019, aquellas cuyo beneficio está cayendo y las que están inmersas en operaciones corporativas.

La rentabilidad más elevada es la de Acerinox, que con su dividendo del próximo 5 de julio ofrece un 4%. Sin embargo, para embolsárselo ya tenía que haber comprado antes, ya que el pasado el día 3 sus títulos ya cotizaban sin derecho a cobrarlo.
Otras rentabilidades atractivas las hallamos el 3,1% que ofrece el complementario de Naturgy, para el que también hay que darse prisa: la fecha de corte es la misma que para Acerinox, el 3 de julio. También es un dividendo complementario el que entregará Iberdrola el 25 de julio, que renta un 2,8% y que viene avalado por el consejo de compra que recibe el valor por parte del consenso de mercado que recoge FactSet -motivo por el cual se la ha incluido en la selección pese a que sus ganancias cederán, previsiblemente, este año-. Un 1,7% ofrece el pago de Gestamp, compañía con menor recorrido bursátil -se estrenó en 2017- y sin previsiones en lo relativo a sus dividendos, pero que según los analistas verá crecer sus beneficios a ritmo cercano al 20%.
Al contrario de lo que ocurre en España, en Europa se produce un brusco parón en la remuneración al accionista en los meses de verano. En medio de esa sequía retributiva reluce el pago de Enel, que rinde un 2,7% -sus dos entregas anuales rentan un 5,5%-. Pero cuidado con invertir valor por valor en compañías extranjeras, alerta Ignacio Perea. El inversor debe soportar una doble fiscalidad en muchos casos: la española y la del mercado en el que compre. Existe la posibilidad de reclamar que se anule ese pago duplicado, pero es un procedimiento farragoso que no compensa para el particular, explica el director de inversiones de Tressis. Para entrar en dividendos europeos, existe la posibilidad de optar por los fondos, que evitan esos problemas fiscales -las gestoras también los sufren, pero reclamar resulta más fácil para ellas que para un particular-.
Fondos para comprar dividendos
Los fondos que invierten en compañías de dividendo con Europa como área geográfica y que pueden comprarse en España -que son unos 200- han obtenido, de media, una rentabilidad anualizada del 6,7% en los últimos cinco años, según los datos recopilados por Morningstar, descontado ya el 1,6% que paga el inversor, de media, en costes netos. De esta selección se ha excluido aquellos productos que exigen una inversión mínima superior a 30.000 euros. El Ibex con Dividendos, por su parte, es muy volátil y se anota un 4,7% de media anual desde 2013 -y en lo que llevamos de 2018 cede un 1,2%-.
El fondo de dividendos más rentable es el DPAM INVEST B Equities Europe Div W Cap, de Degroof Petercam, que ha obtenido un 9,4% anualizado en los últimos cinco años. Se trata de un fondo de acumulación, es decir, que reinvierte en el propio vehículo los dividendos que cobra. Su hermano DPAM INVEST B Equities Europe Div V Dis se anota un 9,1% anualizado en el último lustro, y su diferencia con el anterior es que distribuye -de ahí el apellido Dis- los dividendos entre sus partícipes -es un fondo de reparto-. Entre los más rentables se sitúan también dos vehículos de Invesco que obtienen sendos 9,1% en el último lustro: el Invesco Pan European Eq Inc A SD EUR -de reparto- y el Invesco Pan European Eq Inc A EUR Acc -de acumulación-.
En general, si un inversor se encuentra en un momento de aumento del patrimonio le interesará reinvertir esos dividendos, así que lo adecuado para él será un fondo de acumulación; si lo que desea es complementar una pensión, lo ideal es un fondo de reparto que le dé esa renta periódica. Aunque no puede olvidarse que esos cupones tributan como rendimientos del ahorro, igual que un dividendo, mientras que los fondos de acumulación permiten diferir el pago fiscal.
En opinión de Laurent Van Tuyckom, gestor de Degroof Petercam AM, en el actual escenario de tipos -tipos que el BCE no prevé subir antes del verano de 2019- cobra relevancia la inversión en dividendos: "El rendimiento por dividendo esperado en 2018 para DPAM Invest B Equities Europe Dividend ronda el 6%, mientras el grado de inversión en la zona euro difícilmente alcanza el 1%. Esa diferencia es un argumento a favor de la renta variable de alto dividendo".
Paulo Gonçalves, responsable del servicio de estudios de Banca March, comenta: "La reinversión del dividendo es fundamental. El pequeño accionista se lo embolsa, no lo reinvierte en la compañía. En mi opinión tiene mucho más sentido un fondo de acumulación que uno de reparto". Gonçalves alaba la recompra de acciones como una forma alternativa de remuneración que además evita la problemática fiscal. Las recompras, si se acompañan de amortizaciones, permiten al accionista ser propietario de una mayor porción de la compañía."En este sentido, EEUU lo ha hecho mucho mejor que Europa", remata.