
Álex Fusté, economista jefe de Andbank, y Marian Fernández, responsable macro de la misma entidad, descartan tomar posiciones largas en la deuda italiana y española. De hecho, sitúan la rentabildiad del bono español en el 1,6% para finales de año.
Con la crisis de los periféricos, ¿creen que el BCE podría anunciar un retraso en la subida de tipos?
La subida de tipos en Europa es todavía lejana. Sí que es cierto que la volatilidad y la falta de liquidez reavivó la semana pasada el temor a un retraso de una retirada del Quantitive Easing (QE) del BCE, pero creemos que la crisis ha quedado relativamente acotada. En la medida en que esta inestabilidad haya sido bien reducida, el calendario del BCE no cambia sustancialmente. Entretanto, hay que analizar los datos que irán saliendo.
¿Creen que hay que comprar bonos periféricos en las caídas?
A medida que transcurre el año, con una economía al alza las tires de los bonos irán poco a poco descontando menor aversión al riesgo. Situamos la rentabilidad del bono español a 10 años en el 1,6% para finales de año. Por eso no somos activos tomadores de deuda periférica. El momento dulce para comprar ha pasado.
Con respecto a la renta fija italiana, la semana pasada hubo oportunidades a corto plazo. Pero la oportunidad de entrada duró muy poco tiempo, así que solo algunos lo habrán aprovechado. El mercado estaba roto, no había profundidad suficiente. En el bono a 10 años italiano tomaríamos posición en el 2,5%. El peor escenario se ha disipado pero habrá que ver cómo caminamos juntos. A principios de año, preveíamos que habría mejoras de rating en Italia y eso ya lo posponemos.
¿Y en renta variable?
El populismo es uno de los riesgos crecientes. En ausencia de cambios profundos, el populismo tenderá a crecer en Europa. No es algo que nos preocupe este año pero sí está en el radar. Tras el pacto entre La Liga y Movimiento 5 Estrellas para gobernar en Italia habrá que estar pendientes de lo que pasa.
La semana pasada aprovechamos para entrar en valores del Ibex pero no financieros. La subida de tipos en Europa todavía está lejos y los bancos pueden tener más riesgo derivado de la volatilidad. Por ejemplo, aprovechamos para comprar Repsol e Iberdrola.
Tras los rumores de fusión entre Société Générale y Unicredit, ¿estamos ante la apertura de un mercado transfronterizo?
Las fusiones siempre van a estar ahí. No creemos que el sector de la banca europea esté atravesando un proceso que necesite fusiones obligatoriamente. Nos preocupa lo que ha pasado en los últimos días con las tensiones comerciales y que la renta variable pueda verse afectada a corto plazo.
Hemos subido un escalón en las tensiones comerciales. Hay razones para pensar que va a salir mal a corto plazo. Si no se hace nada estos desequilibrios se perpetúan y también las prácticas comerciales deshonestas. Es necesario hacer algo en este sentido.
¿Se ha agotado el ciclo para invertir en petróleo?
La geste ha estado apostando largo al petróleo porque Estados Unidos abandonara el acuerdo nuclear con Irán. Una vez lo ha hecho, se han quitado entre 1,5 y 2 millones de barriles de petróleo diarios y ahora hay una carrera por ver quién se queda con ellos. En cualquier caso, el petróleo Brent no vale 80 dólares. Aunque podría estabilizarse en torno al nivel actual, para nosotros vale 50 dólares o incluso algo menos; y el West Texas, unos 40-45 dólares. No construiríamos una posición larga en el crudo.
¿Qué opinan de los emergentes?
Antes del episodio de Italia, los emergentes venían sufriendo por tres factores: la subida del dólar, el alza de la rentabilidad del T-Note americano y el rally del petróleo. Que el castigo continúe o no dependerá del ciclo global. Nosotros pensamos que el ciclo sigue intacto y, lo más importante, que Estados Unidos contribuirá a ese crecimiento.
En un mundo que crece el dólar tiende a hacerlo mal frente al resto de divisas. Y con un dólar moderado los emergentes no deberían sufrir.