
Aunque la deuda no ha dado sustos, la bolsa ha sido la encargada de llevar a pérdidas a la mayoría de estos fondos. Solo el 6% de ellos ha ganado dinero en el primer trimestre.
Cuando el depósito dejó de ser rentable, allá por 2013, parte del ahorro conservador encontró una alternativa en los fondos mixtos, pese a no tener la misma esencia. Sobre todo en los que dedican mayor parte de su patrimonio a invertir en deuda (los llamados defensivos o cautos), pero también en los moderados y agresivos, que adquieren una mayor exposición a la renta variable. En todos ellos hay casi 67.000 millones de euros. Sin embargo, tras el último envite de la bolsa, que ha vivido su peor trimestre desde el Brexit, la inmensa mayoría sufre pérdidas. Según datos de Morningstar, únicamente el 6 por ciento de los comercializados en España ha cerrado en positivo el primer trimestre del año (no se han incluido los flexibles, que pueden variar su política de inversión según el momento de mercado). Ese 6 por ciento se traduce en trece productos de los más de doscientos accesibles al particular.
La fórmula de los más defensivos
Gracias a que una vez más la renta fija no ha dado el susto que muchos vaticinaban a finales de 2017, como ya ha ocurrido en otros momentos del pasado, han sido los mixtos con mayor peso a este activo los que menos retroceden. En concreto, y según datos de Morningstar, los fondos de este tipo pierden, de media, un 1 por ciento en el primer trimestre del año frente al 0,73 por ciento que se gana con una cesta representativa de deuda pública y corporativa en el mismo periodo, según un índice de Bloomberg. En cambio, cuando se busca un mixto en esta categoría que haya sabido aprovechar esa tregua que está dando la deuda, únicamente se encuentran ocho capaces de sortear los números rojos a cierre de marzo.
Tres de ellos pertenecen a la gestora independiente Gesconsult. Se trata de Gesconsult Renta Fija Flexible, con 87 millones de patrimonio, y su réplica luxemburguesa (Incometric Gesconsult Flexible Income R) junto a Rural Seleccion Conservadora -50 millones-, que ganan entre un 0,46 y un 0,66 por ciento. La gestión de los tres corre a cargo de David Ardura, que a su vez es el director de inversión de la firma. Atribuye la clave de su éxito al control de la volatilidad, la misma que, tras años adormecida, ha despertado con fuerza este año. Dentro del universo de la renta fija y en un contexto en el que las políticas monetarias de los bancos centrales caminan hacia la normalización, Ardura explica que el tipo de deuda en la que invierten estos fondos son, fundamentalmente, bonos flotantes (sus intereses están referenciados a una tasa y van cambiando periódicamente), titulizaciones y bonos híbridos. Incide, también, en la importancia de la duración, mejor las cortas y explica, a su vez, tener posiciones bajistas en el bono alemán e italiano.
Aunque el segundo se está comportando mejor que el primero en 2018, por eso de que ofrece un plus de rentabilidad ahora que no hay dudas sobre la solvencia de las economías periféricas, las rentabilidades de ambos, como las del resto de la deuda, tienden a ser cada vez más altas (y, por ende, sus precios a caer, al revés que en la bolsa). De ahí el sentido de estrategias como la de Ardura. Por ejemplo, Pedro Pablo García, director de asset allocation de Mutuactivos y gestor de otros dos de los fondos defensivos que despidieron marzo con ganancias (Mutuafondo Estrategia Global, con un patrimonio de 350 millones y Mutuafondo Fortaleza, con 72 millones), estima que la rentabilidad del bono alemán a diez años se moverá en el entorno del 1 por ciento a doce meses vista, desde el 0,49 por ciento actual; mientras que la del estadounidense avanzará hasta el 3,25 por ciento (hoy cotiza en el 2,78 por ciento).
Es la reacción lógica a la subida del precio del dinero que la Reserva Federal (Fed) ya tiene entre manos y que planea sobre el Banco Central Europeo (BCE). De ahí que Pedro Pablo García también se decante por las duraciones cortas. "Preferimos deuda periférica (España e Italia), frente al crédito de alta calidad", detalla. Y dentro del corporativo, por el sector financiero y los bonos subordinados de duraciones cortas. Va un paso más allá: "No podemos descartar un repunte de la inflación, por lo que otra estrategia que manejamos es diversificar carteras con inflación, principalmente americana". Aunque recientemente, añade, han tomado posiciones en la europea. En la parte de renta variable, que no es el grueso de su cartera, dice preferir el mercado europeo, y sobre todo español, antes que el estadounidense.
Como en el caso de Gesconsult, Miguel Jiménez, gestor de Renta 4 Nexus (con activos por valor de 470 millones), otro de los mixtos que resiste en positivo, ya explicaba a sus partícipes en febrero estar vendido de bonos alemanes. En el contexto actual de tipos bajos, detallaba entonces, "compañías con alto dividendo y visibilidad son interesantes". Apuntaba directamente a REE, Ferrovial y Endesa. Ahora, un mes más tarde, cuando se le pregunta cuál ha sido la fórmula para despedir el trimestre con ganancias, la respuesta es que el fondo ha adoptado una estrategia defensiva "donde ha primado la liquidez", a pesar de que su exposición a la bolsa ha aumentado. "Hemos estado con una exposición a bolsa del 15 por ciento a principios de trimestre, para finalizar en el 25 por ciento del patrimonio", detalla. De todos sus activos en cartera, el que más rentabilidad ha aportado "ha sido la compra de opciones put SP 500", junto a su posición en Almirall.
De todos los defensivos en positivo, no obstante, el más rentable en el trimestre ha sido el que gestiona Jerome Cazals, de Compagnie Financière Genevoise, en Inversis: Multiadvisor G. CFG 1855 RFM Mixto Internacional, que se revaloriza un 2,68 por ciento. Este producto tiene la posibilidad de invertir un máximo del 30 por ciento en bolsa, pero a día de hoy ese porcentaje se sitúa en el 12 por ciento: "Hemos aprovechado los recientes altibajos para comenzar una estrategia de largo plazo sobre la subida del consumo en Asia", detalla. También tienen una inversión histórica en Ezentis, "empresa que creemos que está infravalorada y que contribuyó de forma importante a las ganancias de este registradas en este primer trimestre, con una subida del 25 por ciento".
El grueso está en deuda: representa el 85 por ciento. Un 40 por ciento, detalla, está en flotantes, "eliminando el riesgo de duración y de subidas de tipos" y otro 30 por ciento en "bonos híbridos comprados por debajo de la par y esperando calls anticipadas de los emisores a la par. Por ejemplo, en este primer trimestre, se cerró anticipadamente un bono de Nordea, con una ganancia del 67 por ciento en 2 años. Pensamos que este fenómeno de amortizaciones anticipadas seguirá ocurriendo y es donde tenemos puesto el foco".
Hubo otro mixto defensivo capaz de crear valor en el primer trimestre: Nuclefón. Lo gestiona un equipo de inversión en el que se encuentra José María Lecube, director de renta fija de Inverseguros Gestión-Dunas Capital. En el caso de este producto, busca deuda pública y privada con duraciones medias inferiores a los dos años, tanto con una calificación elevada como de mediana calidad crediticia. Según los últimos datos disponibles en Morningstar, a cierre de enero, entre sus mayores posiciones figuran una emisión de deuda pública italiana con cupón del 2,05 por ciento; otra de España, con cupón del 1,6 por ciento y, entre la corporativa, hay papel de Santander Consumer, de Criteria o Telefónica. No obstante, y según esta herramienta, el 40 por ciento está en liquidez.
La de los moderados
Otra opción, pensada para los inversores que están dispuestos a asumir algo más de riesgo, son los mixtos moderados, que destinan entre un 35 y 65 por ciento de su patrimonio a la bolsa. Según Morningstar, este tipo de fondos cerró los tres primeros meses del año con pérdidas medias del 1,92 por ciento, aunque hubo tres capaces de lograr rentabilidades que, en el mejor de los casos, superaron el 3,5 por ciento.
Esta última rentabilidad pertenece a Kalahari, el fondo que gestiona José Ramón Iturriaga en Abante con 35 millones de euros bajo gestión. El 54,78 por ciento de la cartera se encuentra en bolsa, ya que, en opinión de Iturriaga, "estamos en uno de esos pocos momentos en los que se puede optar a rentabilidades muy altas con la española en los próximos años, ya que está barata se mire por donde se mire. En mi opinión, el verdadero riesgo hoy es que la fuerte distorsión entre precio y valor se cierre más rápido de lo que a muchos les gustaría".
Achaca el diferencial que saca al Ibex 35 en la parte de renta variable a su selección de valores. Busca acciones españolas con más de 1.000 millones de capitatalización, en las que tenga un conocimiento muy elevado: "Selecciono una cartera concentrada -entre 22 y 25 posiciones-, valores que ofrecen más potencial de revalorización con independencia de su peso en el índice". El resultado es una alta exposición al sector bancario, que representa en torno a un tercio de la parte de renta variable del fondo. No obstante, las compañías que más rentabilidad han aportado a la cartera en el último trimestre, explica, han sido Europac, Prisa, Lar y Colonial.
Los otros dos fondos moderados en positivo, según datos de Morningstar, son Gesconsult León Valores Mixto Flexible, gestionado por Gonzalo Sánchez y David Ardura, y Patrimonio Global, de Mutuactivos. Los gestores del primero explican que los sectores que mejor comportamiento han tenido han sido las compañías de corte industrial (papeleras, automotriz…) y el inmobiliario, mientras que por el lado negativo destacan las financieras. En marzo, dicen, han construido una posición "en Ezentis, ACS y Ence y hemos reducido algo en Ramada [una empresa portuguesa que se dedica a la producción y venta de productos de acero]".
Los agresivos
A pesar de las caídas con las que lidia la renta variable, motivadas en último lugar por la amenaza de una guerra comercial entre China y Estados Unidos, los expertos mantienen la tesis de que se trata de una corrección sana y no del final de la tendencia alcista. Para aquellos que se atrevan a poner un pie en la bolsa pero no a elegir qué títulos comprar y prefieran, además, combinarlo con un pequeño porcentaje de deuda están los mixtos agresivos. Precisamente por su mayor exposición a la renta variable son los más penalizados este año: hasta marzo han perdido un 2,83 por ciento de media.
Pero como en las dos categorías anteriores, también es posible toparse con excepciones. Una de las dos pertenece a Bestinver. Se trata de Bestinver Mixto, producto con sello value que gestionan Ricardo Cañete y Beltrán de la Lastra y que ha cerrado el trimestre con una rentabilidad del 1,06 por ciento. A ello ha ayudado su filosofía: "Buscar compañías con suficiente margen de seguridad, bien gestionadas, que coticen por debajo de su valor fundamental y que nos dan confianza en que podamos sortear momentos volátiles como los vividos durante el mes de marzo", apunta Cañete.
Si se va a lo particular, las compañías que más han ayudado a la rentabilidad del fondo han sido CAF, "debido a la buena evolución de nuevas órdenes" y Siemens Gamesa, por el mismo motivo: "Lo ocurrido el año pasado es un bache temporal y que no afectará a la evolución de la compañía hacia una economía descarbonizada". Cañete resalta, también, el papel que han jugado socimis como Colonial o Merlin, así como Telepizza o Unicaja. "El nivel de liquidez", continúa, "es elevado", mientras que "la exposición a renta variable ha sido de un 60 por ciento en media".
El otro mixto agresivo que rompe la estadística se llama Bona-Renda, al ganar un 1,3 por ciento en el último trimestre, y lo gestiona Josep Monsó en GVC Gaesco Gestión. "No ha habido ningún cambio en la gestión desde el cierre de año", especifica Monsó. "Simplemente es que algunas apuestas recientes empiezan a dar sus frutos. Seguimos gestionando de manera simplificada, selección que conjuga calidad, valor y momentum. Destacaron en aportación (peso más revalorización, por orden) CAF, Rocket Internet, Talgo, Palo Alto, AB-Biotics o Cie Automotive".