
Los inversores han arrancado la semana comprando títulos de deuda española de forma general, haciendo que la rentabilidad del bono a 10 años cediese desde el 1,56 hasta el 1,39% por primera vez desde diciembre.
Mientras esto ocurría, el bund alemán atravesaba una sesión tranquila, en la que su rentabilidad se mantenía prácticamente plana, pasando del 0,568% al 0,567%. Así, el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán y del español, también conocido como la prima de riesgo, ha seguido reduciéndose, cayendo por debajo de los 84 puntos por primera vez desde 2010.
La situación actual contrasta con los días de máxima tensión del procés, cuando la prima de riesgo llegó a alcanzar los 133 puntos básicos el pasado 4 de octubre, el día después de la huelga general en Cataluña y de la intervención del Rey -desde entonces la rentabilidad del bono español cae 39 puntos básicos-. El pasado 29 de septiembre, antes del referéndum del 1-O, el diferencial entre los bonos españoles y el bund era de 116 puntos básicos.
Que la prima de riesgo haya llegado a estos niveles no ha sido cosa de los últimos días. Desde los mínimos de diciembre, el bono alemán ha pasado de ofrecer un 0,3% de rentabilidad, hasta el 0,56% actual. En este periodo, por tanto, el bund sube 26 puntos básicos. La deblacle de la deuda alemana llegó, en parte, contagiada por las ventas generalizadas que sufrió el bono estadounidense a 10 años: el pasado 10 de enero estos títulos, conocidos como T-Note, batieron el 2,5% por primera vez en casi un año, una caída en precio que ha continuado hasta alcanzar el 2,65% en rentabilidad. Pero no fue el único acontecimiento que agitó al mercado de bonos esa semana.
Las últimas actas de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) provocaron que la expectativa de subida de los tipos de interés se adelantase en el calendario a 2018. El recelo hacia una retirada menos progresiva de lo esperado en las compras de deuda abrió la puerta a nuevas ventas en la renta fija europea. Las desinversiones alcanzaron al bund, y su rentabilidad aumentó a máximos de octubre en el 0,6%, mientras que el interés exigido por el bono español a diez años se elevó mucho menos, por encima del 1,5%.
De Guindos espera mejoras
El viernes pasado el mercado tenía el punto de mira en la revisión de Fitch para la calificación de España. La agencia mejoró el rating hasta A- con perspectiva "estable". El ministro Luis de Guindos declaró respecto a la mejora de calificación que "confirma la confianza en nuestra economía, lo que facilitará ampliar la base inversora y reducir los costes de financiación del Tesoro, y del conjunto de la economía".
También hizo hincapié en que "ya son dos las agencias (DBRS y Fitch) que sitúan a España en la zona A, y espero que esta sea la pauta general en las revisiones del resto de agencias en lo que queda de año". Éstas tendrán lugar el 23 de marzo, en el caso de S&P, el 6 de abril para DBRS, el 13 de ese mismo mes para Moody's y el 13 de julio, de nuevo, para Fitch.