
El Ibex 35 cierra el año de máxima tensión del independentismo catalán de toda la historia del índice con una revalorización del 7,4%, en su mejor ejercicio desde 2013. Lo ha hecho aguantando por encima de los 10.000 puntos, tras cinco sesiones en negativo, esto es, todas desde que se celebraron elecciones en Cataluña el pasado 21 de diciembre -con un resultado que vuelve a dar la mayoría a los grupos secesionistas-, aunque en esta ocasión las ventas se han compartido en toda Europa, con respecto a quien el Ibex sigue yendo varios pasos detrás.
La brecha que se abrió entre la bolsa española y la europea a partir de que el 9 de junio se convocara de manera oficial el referéndum ilegal del 1 de octubre se mantiene intacta, prácticamente, durante los últimos meses y cierra el ejercicio con una ventaja en favor del EuroStoxx 50 del 6,2%.
Dadas las pérdidas de las últimas sesiones, lo cierto es que el año que comienza tiene pinta de hacerlo en negativo para las bolsas de la eurozona, que han puesto el retrovisor para mirar más bien hacia los soportes que se encuentran, en estos momentos, a una distancia del 4%. "En la última jornada del año se han perdido soportes de corto plazo, aunque no sabemos si de forma puntual o no, que plantean una primera parte del año bajista ya que, de perderse, podrían conducir a los índices hasta los mínimos del pasado mes de agosto", apunta Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, que espera a la primera sesión ya del 2018 para ver cómo se comportan los selectivos y si la tentativa de caída del mercado es algo más que un amago de última hora. La clave pasará porque el EuroStoxx 50 recupere el nivel de los 3.520 puntos -del que se descolgó en la última sesión del año- porque, de no hacerlo, el riesgo bajista apunta hasta los 3.360/3.400 enteros como soporte más cercano y a los 9.800 puntos del Ibex 35. El selectivo comunitario es el menos alcista de 2017 de entre las grandes plazas del Viejo Continente con una subida del 6,5% que le lleva a cerrar al borde del 3.500 (ver gráfico).
A la espera de que los índices confirmen si están tomando impulso para emprender un nuevo año alcista, tal y como vaticinan todos los expertos; el año que se va deja como ganadora en la zona euro a la bolsa italiana, con una revalorización del 13,6% -hasta los 21.853 puntos- seguida del Dax Xetra germano, con ganancias del 12,5% -en los 12.917 puntos, a un 4,2% de los máximos históricos que marcó este ejercicio en los 13.478 enteros-.
Los protagonistas del año
Cellnex ha confirmado lo que ya se intuía desde hace meses. Es la compañía más alcista del Ibex en 2017, con una subida del 56,2%; seguida de IAG, al alza otro 41%, mientras que Abertis suma un 39,5%, con una acción calentita en plena guerra de opas. Sus ganancias parecen mucho más modestas si la comparativa se realiza con el Ibex Small Cap -selectivo que agrupa a valores de pequeña capitalización- cuya subida en 2017 cuadruplica la de su hermano mayor -con un 31,4%-, gracias, entre otros, a valores como MásMóvil, la compañía con mayores ganancias en el año de toda la bolsa española, al subir un 230%. El farolillo rojo finalmente es Técnicas Reunidas, cuya caída alcanza el 32% -a pesar de la subida del 17 % del petróleo Brent, en máximos anuales en los 66,5 dólares-, aunque la plaza ha estado disputada. Siemens Gamesa, segunda por la cola, cae un 29%. En ambos casos, el origen de las ventas ha estado en los tres profit warning que se reparten ambas firmas, dos para la eólica, desde el verano.
Dos blue chips del Ibex cierran en negativo 2017. Inditex, una de ellas, firma un recorte en su valor del 9,93%, que le lleva a cotizar a menos de 2.000 millones de euros por encima de Santander por capitalización; y Teléfonica, segunda en discordia, que pierde un 7,88%, y aún así es la menor caída de entre las grandes teleoperadoras europeas. El sector cede un 3,63%, el más bajista del Stoxx 600, y lo es, además, por segundo año consecutivo.
Pérdidas en renta fija
2017 ha sido, por el contrario, un año bajista para los inversores de deuda. El bono español a diez años arroja una caída (por precio) del 1,42%, cuando su rentabilidad cierra en 1,56%. Sólo se gana -y muy livianamente- con el papel de EEUU y el británico, que deja ganancias en el año del 0,43%.