Bolsa, mercados y cotizaciones

El soporte del Ibex 35 funciona y arranca un rebote, de momento vulnerable

La gripe que el frenazo de Wall Street y la renovada fortaleza del euro han propagado en las bolsas europeas en las últimas sesiones hace que el rebote con el que amagó el Ibex 35 en la parte final de la sesión de este miércoles y que debería llegar a corto plazo en el resto de referencias del Viejo Continente -después de haber caído hasta niveles de soporte crítico- haya que considerarlo, de momento, como vulnerable. Especialmente en el caso del Ibex 35, donde el decaimiento propio de los resfriados de otoño sigue siendo mayor que en el resto de referencias del Viejo Continente por el desafío secesionista abierto desde hace semanas en Cataluña.

Esta singular debilidad iba camino de establecer la peor racha diaria de la historia del selectivo: más de 10 sesiones consecutivas a la baja, pero "cuando todo indicaba que el Ibex cerraría su undécima jornada seguida en negativo, una remontada de última hora le permitió cerrar en verde y, de paso, recuperar los 10.000 puntos que perdió el martes", incide Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. Finalmente, terminó el día subiendo un 0,24%, mientras que el resto de selectivos europeos acabó con descensos.

Desde el punto de vista técnico, Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, indica que esta reacción alcista "nos ha mostrado dónde está el soporte clave del índice español". Exactamente, "en los mínimos intradía de la sesión, los 9.890 puntos, un nivel que está dentro del rango crítico -el comprendido entre los 9.800 y los 9.930 enteros- que venimos insistiendo vigilar desde el portal de estrategias de inversión de elEconomista desde hace semanas".

De hecho, este mínimo intradía prácticamente coincide con el de la sesión del 4 de octubre -ver gráfico-, cuando, cuatro días después del referéndum ilegal celebrado en Cataluña, el Ibex 35 tocó los 9.924 puntos.

Entonces, el índice reaccionó al alza ese mismo día, ante las primeras decisiones tomadas por el Gobierno central, como todo apunta a que ocurrirá ahora, según insiste Joan Cabrero, quien destaca que "el reversal que se produjo este miércoles en esa zona sirvió para cerrar el hueco bajista de la apertura de la sesión, lo que puede acabar confirmándose como un signo de un evidente agotamiento bajista".

Ésta es solo una de las señales que permiten apelar a la esperanza alcista, "junto a que las grandes compañías del Ibex 35 no han perdido soportes", según continúa el analista de Ecotrader, quien explica que la suma de estas razones, hace que "estos mínimos se deban considerar como el suelo de la corrección de las últimas semanas, donde debería surgir un rebote más amplio a corto plazo".

Si esto ocurre en la recta final de esta semana, los 9.890 puntos -el mínimo intradía de este miércoles- se confirmará como la línea divisoria que separa un contexto bajista de uno potencialmente alcista". Eso sí, Joan Cabrero no ignora que el repunte al que apela "es vulnerable". Al menos, de momento.

Suelo para el resto de Europa

En paralelo, "las líneas de vela que desplegaron el resto de referencias europeas abren la posibilidad de que los mínimos vistos hayan sido el suelo de la corrección de las últimas dos semanas y el punto de origen de un rebote que tomaría cuerpo si este jueves los índices consiguen cerrar por encima de los máximos intradía marcados este miércoles", concluye el jefe de estrategia de Ecotrader.

A pesar de que el conflicto independentista en Cataluña es todavía un síntoma exclusivo de la gripe de la bolsa española, lo que se refleja en el diferencial que existe entre los principales índices del Viejo Continente y el Ibex 35 -ver apoyo-, las bolsas europeas sufren sus propios achaques. Principalmente, el menor optimismo en Wall Street por las incertidumbres existentes en torno a la aprobación de la esperadísima reforma fiscal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y, sobre todo, el rebote del euro en su cruce con el dólar -ver página siguiente-. El impacto de la renovada fortaleza de la divisa común en las exportadoras de la eurozona ya afloraron en verano, pero se habían matizado en las últimas semanas, después de que el euro corrigiera desde el máximo anual que conquistó sobre los 1,2 dólares a principios de septiembre, tras lo que llegó a ceder un 4%.

A favor del euro están cotizando "los positivos datos macroeconómicos de la eurozona que se han publicado en los últimos días", según indica el equipo de analistas de Monex Europa, y también la debilidad del dólar, sobre el que pesa la incertidumbre sobre la reforma fiscal de Trump y los mensajes provenientes de la Reserva Federal que han apuntado hacia la posibilidad de que se aplace una nueva subida de los tipos de interés oficiales.

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