Bolsa, mercados y cotizaciones

Las españolas con más peso en EEUU baten al mercado en el 'primer año Trump'

Grifols y ACS, que obtienen gran porcentaje de sus ingresos en Estados Unidos, rebotan de media un 35% desde la victoria del republicano.

El triunfo electoral de Donald Trump, del que está a punto de cumplirse el primer aniversario, conmocionó a medio Estados Unidos y al mundo entero, desde electores comunes hasta los más afamados técnicos de la demoscopia. Y por supuesto, al mercado. Las bolsas habían descontado que Hillary Clinton, favorita en los sondeos, sería la ganadora. Sin embargo, tras la experiencia de la sorpresa que causó el Brexit, nadie daba por derrotado al candidato republicano. Las casas de análisis emitieron informes con el impacto que el resultado en las urnas podría tener en los bolsillos de los inversores, en caso de que fuera Trump el futuro inquilino de la Casa Blanca. Según la opinión generalizada de los analistas, la promesa electoral de levantar un muro con México, la derogación de acuerdos comerciales en vigor y el aumento irresponsable de la deuda abrirían un periodo de alta volatilidad e incertidumbre en las bolsas.

Frente a premoniciones apocalípticas, el sector farmacéutico, constructoras y armamentísticas vivieron la cita electoral de manera distinta por los miles de millones de contratos en juego. Y entre ellos, los responsables de las empresas españolas con mucha exposición de su negocio a EEUU, donde tenían mucho que perder... y que ganar. Aunque ambos candidatos prometieron en campaña un generoso plan de infraestructuras, las diferencias en los presupuestos eran sustanciales. El programa de Clinton elevaba a 275.000 millones de dólares el gasto en inversiones para los siguientes cinco años y Trump aseguró que lo aumentaría en más de medio billón de dólares. La inversión estaba garantizada, pero el lema de campaña del republicano, "Make America great again" (Que América vuelva a ser grande), auguraba contratos más jugosos.

Las españolas con mayor exposición

Pese a todos los temores, no es de extrañar, que en el Ibex 35 -que sólo cedió un 0,4 por ciento la sesión posterior a la cita electoral- las firmas que reaccionaron con alzas al triunfo republicano fueran las que cuentan con un porcentaje importante de ingresos en EEUU, y tampoco es casual que, un año después, la mayoría se encuentre entre las que acumulan las mayores ganancias del selectivo. Desde que se conoció en España el resultado que daba la victoria a Trump, las compañías con mayor volumen de negocio procedente de EEUU se han revalorizado, de media, un 24 por ciento. Grifols es la que más ha avanzado en el parqué, anotándose un 49,2 por ciento. ACS y Ferrovial han ganado un 27 por ciento y un 10 por ciento, respectivamente, y Acerinox sube más de un 11,2 por ciento. La recomendación sobre sus títulos ha variado 12 meses después para las dos firmas de infraestructuras, que han pasado de tener un consejo de mantener a comprar, mientras Grifols y Acerinox siguen siendo mantener.

¿Hasta qué punto influye la política en el buen hacer de una compañía en bolsa? La reforma fiscal propuesta por Trump incluye un recorte a los proyectos de energía eólica, y aquí es Siemens Gamesa la que más tiene que perder. La firma -que obtiene en EEUU un 12,8 por ciento de sus ingresos-, y acaba de obtener un contrato para instalar 310 turbinas en el país, cedió ayer un 3,5 por ciento, tras conocerse los planes fiscales del presidente. Gamesa arrastra una caída del 23 por ciento en los últimos 12 meses tras presentar una segunda rebaja en sus previsiones en 4 meses.

Pero no todas las españolas saldrán perjudicadas. "La reforma fiscal podría beneficiar a empresas como Inditex o Mango, ya que impulsaría la demanda interna a largo plazo", apunta Victoria Torre, analista de Self Bank. Desde Sabadell señalan que en el caso de Acerinox "hay un catalizador relevante que no estamos considerando, como es la potencial rebaja impositiva en EEUU y que podría incrementar nuestro precio objetivo un 5 por ciento". Su elevada exposición al mercado americano está resultando un inconveniente por los problemas que ha encontrado Trump para sacar adelante algunas medidas, entre ellas, elevar las barreras proteccionistas para el acero frente a la exportación china.

En opinión de Javier Mielgo, analista de Mirabaud Securities, el resultado electoral "tiene mucho menos influencia de la que el mercado presupone". El experto cita, como ejemplo, que la campaña de Clinton fue muy agresiva con las farmacéuticas por el coste de algunos tratamientos contra el cáncer y a Grifols se le asimiló con el sector y se le castigó bastante, pero las amenazas políticas iban más dirigidas a un tema de pharma que a los hemoderivados. "Para Grifols, no ha cambiado nada con Trump", afirma Mielgo.

Por otra parte, "el posicionamiento de Ferrovial allí es bueno, pero es más una teoría que una práctica", asegura el analista, que también cubre la firma. "Se hablaba que al no ser una empresa local le podría penalizar, pero el impulso a las infraestructuras depende más de cada estado que del Gobierno Federal".

Más ligado a la construcción está ACS. Su filial Hochtief llegó a postularse para levantar el muro prometido en campaña, aunque el anuncio fue después desmentido por Florentino Pérez: "Ni nos lo hemos planteado y, además, no es nuestra especialidad". Al cierre de 2016 la firma tenía en el área de infraestructuras una cartera de obras pendientes por valor de 22.057 millones, un 22 por ciento más que el año anterior. Similar es el caso de OHL, con un tercio de sus concesiones en el país, y cuyos títulos han rebotado un 44,6 por ciento desde noviembre de 2016. "Trump antepondrá, a priori, productos y empresas de carácter nacional debido a su política proteccionista, esperemos que este posible hermetismo no sea un escollo para los grupos españoles", explica la analista de Self Bank.

Otros factores

Pero no toda la influencia es política, "hay otras variables" señala Mielgo. Entre ellas, el efecto divisa. Y es que la moneda europea ha repuntado frente al billete verde más de un 11 por ciento en 2017. La tendencia alcista del par en el año se ha visto reflejada en las cuentas de aquellas firmas en las que buena parte de su facturación está en dólares. Entre ellas, Grifols. "Un dólar fuerte hace que tengas ingresos, algo más de ebitda, pero también más gastos financieros. A la compañía le interesa un dólar fuerte, pero tiene como contrapartida que un dólar débil también reduce su deuda, porque la mayor parte de la misma la tiene en dólares", explica el analista de Mirabaud Securities.

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