
Los bonus de los empleados de la industria financiera crecerán por segundo año consecutivo en 2017. Según los cálculos dados a conocer por el controlador del estado de Nueva York, Thomas. P DiNapoli, la compensación extraordinaria crecerá este año alrededor de un 3,8% hasta una media de 143.462 dólares.
Las proyecciones están basadas en los beneficios acumulados por el sector bancario durante la primera mitad del año, que alcanzaron alrededor de 12.300 millones de dólares, según las figuras que recopila la agencia estatal y publica el New York Post. "Después de uno seis primeros meses de gran éxito, los beneficios de Wall Street excederán los niveles del año pasado, salvo un gran contratiempo en el cuarto trimestre", señaló DiNapoli.
De hecho, salvo contadas excepciones, como Goldman Sachs, los bancos estadounidenses han publicado sólidas cifras en lo que llevamos de año, especialmente en lo que a ingresos se refiere, con las miras puestas en los esfuerzos por relajar las regulaciones de la banca y a medida que la Fed continúa su normalización monetaria.
Es por ello que la Oficina del Controlador del Estado de Nueva York, estima que los bonus superarán este año el crecimiento del 1% registrado en 2016. Aún así, los niveles previstos para este año siguen quedando por debajo de los 180.420 dólares de media recibidos en 2006, cuando este tipo de compensaciones registraron nuevos récords. Aún así, tanto operadores como otros empleados de Wall Street podrían recibir este año sus mayores bonus desde 2014.
Dicho esto, mientras que Wall Street espera que la administración Trump reduzca la regulación y rebaje el impuesto de sociedades, DiNapoli advirtió sobre los peligros que conlleva eliminar parte de las reglas y normas impuestas sobre la industria desde el azote de la crisis financiera de 2008. "Cuando Wall Street crece, las recaudaciones de impuestos estatales y municipales se benefician", reconoció DiNapoli. "Sin embargo, los intentos de aumentar los beneficios reduciendo las regulaciones financieras y las protecciones al consumidor podrían impulsar la toma de riesgos y la volatilidad poniendo en peligro a los estadounidenses de a pie y a la economía en general", aclaró.