Bolsa, mercados y cotizaciones

La falta de euforia y los "alcistas atormentados" retrasan el ocaso de la renta variable americana

Tras más de ocho años y medio de tendencia alcista para la bolsa americana, los inversores comienzan a impacientarse sobre cuándo se materializará un cambio de rumbo. Al fin y al cabo han pasado 14 meses desde el último recorte del 5% para el S&P 500 y cerca de 19 meses desde la última corrección del 10%. Sin embargo, los expertos de Goldman Sachs mantienen la calma y aseguran que "debido a que la euforia de los inversores es inexistente, un comienzo inminente de un largo declive parece improbable".

El equipo liderado por David Kostin, estratega jefe de renta variable estadounidense de Goldman, justifica esta proyección aludiendo no sólo las recompras de acciones por parte de las compañías estadounidenses, que siguen siendo sólidas, sino también la fortaleza del consumo a este lado del Atlántico, que supone un 69% del PIB.

El último mercado bajista en la renta variable estadounidense, si tomamos como referencia una caída del S&P 500 superior al 20%, llegó a su fin en 2009. Desde entonces, el S&P 500 ha subido un 260% mientras los beneficios ha crecido un 124%. Por su parte el PER de los componentes del este indicador ha subido un 64%.

Sin embargo, la volatilidad del mercado durante los últimos tres meses sigue situándose cerca de mínimos de los últimos 50 años. Un hecho que puede "enmascarar riesgos" que no son evidentes en la actualidad pero que serán obvios en retrospectiva.

Entre ellos está "la incertidumbre sobre el ritmo en el endurecimiento monetario" que desde Goldman aseguran "está generando buena parte de la ansiedad de los inversores. La Reserva Federal ha elevado los tipos en 100 puntos básicos desde el comienzo de su normalización monetaria en diciembre de 2015.

Durante ciclos anteriores de un incremento en los tipos de interés, los múltiplos en la renta variable comenzaron a caer con el encarecimiento del dinero, sin embargo, en el ciclo en curso se han expandido durante los últimos dos años. "Los futuros implican sólo un alza de tipos hacia finales de 2018 frente a la estimación de cinco de nuestros economistas", indica el informe distribuido por Kostin y su equipo. Tampoco hay que pasar por alto los riesgos políticos. La posición de Trump en las disputas políticas domésticas en Washington y el pulso geopolítico con Pyongyang y Pekín "hacen que elaborar proyecciones políticas sea una actividad incierta".

Estos factores impacientan a los inversores que esperan una posible corrección. Según su narrativa, las altas valoraciones del mercado dejan poco margen de error. Un mayor endurecimiento en la política monetaria de la Fed a pesar de la baja inflación pondrá en duda la sostenibilidad de la expansión económica e impulsará la volatilidad que junto a un posible "acontecimiento político" provocará una ola de ventas.

Dicho esto, Kostin y sus chicos hacen referencia a John Templeton al recordar que "los mercados alcistas nacen del pesimismo, crecen en el escepticismo, maduran en el optimismo y mueren en la euforia".

En este sentido, los expertos de Goldman inciden en que actualmente los inversores se posicionan entre el escepticismo y el optimismo, con pocas señales de euforia a día de hoy. De ahí que el estratega jefe de Goldman hable de "alcistas atormentados" a la hora de describir la mentalidad de los inversores en estos momentos. También recuerdan que el crecimiento económico persiste, con sólo un 18% de probabilidades de experimentar una recesión en los próximos 12 meses, y con el consumo contabilizando el 69% del PIB.

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