Es la peor recomendación del Ibex y los analistas cuestionan que logre sus metas
A finales de junio, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dio un discurso en la localidad portuguesa de Sintra que marcó un punto de inflexión en las crecientes expectativas de la retirada de estímulos. Un mayor precio del dinero supone un balón de oxígeno para aquellas actividades que se nutren de la rentabilidad de la deuda soberana, como el sector bancario y de seguros. Sin embargo, para Mapfre, ni siquiera las expectativas de unos tipos altos evitan que sea la peor recomendación del Ibex, según el consenso de FactSet. Además, la empresa lleva un año siendo el farolillo rojo de La Liga Ibex de elEconomista -combina las recomendaciones de FactSet y Bloomberg-. En opinión de los analistas, lo que está lastrando a la firma son los frentes que se le han abierto fuera de las fronteras e impedirán el cumplimiento del Plan Estratégico que se marcó el pasado año.
Entre los objetivos fijados por la aseguradora en su junta de accionistas de marzo de 2016 está el alcanzar los 31.000 millones de ingresos, un ROE del 11 por ciento y una ratio combinada del 96 por ciento en 2018. Esta última ratio, que determina la rentabilidad de una aseguradora, combina la siniestralidad con los ingresos provenientes de las primas. En este caso, el objetivo es que de cada 100 euros de primas emitidas, 96 se destinen a gastos. En 2016, su ratio combinada fue del 97,4 por ciento, y se espera que el año que viene cierre en 96,2 por ciento, por encima del objetivo, por el aumento de las primas.
En cuanto a los ingresos, en 2016 crecieron un 1,5 por ciento hasta los 27.000 millones de euros, lo que le separa más de un 14 por ciento de su objetivo. Además, los analistas prevén un alza de tan solo el 7 por ciento en primas emitidas en 2018 respecto al último ejercicio, partida que supone la mayor parte de los ingresos de la firma: 84 por ciento.
Por su parte, la rentabilidad del capital o ROE de la compañía, que el consenso de analistas pronostica en el 9,3 por ciento para finales de 2018, está todavía lejos del 11 por ciento esperado. La propia empresa aseguró en la última presentación de resultados que este objetivo es el más problemático. Desde JP Morgan lo fijan en el 10,3 por ciento para el próximo año, debido "a la lenta recuperación en EEUU de su rama en seguros de viaje y asistencia, que en el primer semestre de este año reportó unas pérdidas de 25 millones de euros".
De hecho, es en este país -su tercer mercado por ingresos- donde los analistas encuentran unos de los focos más conflictivos. Desde que comprara Commerce Group en 2008, la mayor operación de la historia de Mapfre, su ratio combinado en este país "ha estado por encima del 100 por cien, lo que no es rentable si se reitera en el tiempo", destaca Esther Castro, analista de Sabadell. "Es complicado analizarlo en solo un año vista, la compañía está acometiendo medidas, intentando expandirse fuera de Massachussets, su principal mercado, pero tienen que afrontar problemas de meteorología y eso también está recogido en su precio".
A raíz de estos baches, Antonio Huertas, presidente de Mapfre, hizo hincapié hace unos días en que a partir de ahora quieren ser más "cautelosos" a nivel internacional y se centrarán en aquellos países en los que ya tiene una presencia consolidada: EEUU, España y el resto de Europa y Brasil. La crisis política desatada en este último país, donde el expresidente Lula da Silva ha sido condenado a más de nueve años de cárcel por corrupción, supuso una caída en ingresos para Mapfre del 6,5 por ciento en 2016. La situación en Brasil ha llevado al real a depreciarse un 8,5 por ciento frente al euro este año, con su consiguiente efecto en los resultados de la aseguradora. "Las primas en Brasil también han caído y el foco de siniestralidad, por el tema económico, sobre todo en automóviles, está repuntando", explica Castro.
"Sin catalizadores claros"
En nuestro país, según esta analista, aunque el grupo "tiene un foco potente de crecimiento, en 2016 los ratios combinados de entre el 94 y 95 por ciento no han sido nada espectaculares". Estos obstáculos hacen que la acción de Mapfre esté "bastante deprimida y que se haya quedado sin catalizadores; en Mapfre tienes que garantizar la generación de cash flow a nivel técnico y se consigue con crecimientos de primas y bajadas de ratios de combinado". "Tengo dudas de ese plan estratégico", sentencia.
También en Citi recalcan la incertidumbre en el cumplimiento de los objetivos propuestos. Entre los actuales riesgos, destaca que "el grupo está expuesto a una debilidad en el mercado de 'no vida' en sus principales mercados, a unas pérdidas ocasionadas por catástrofes, el entorno macro y la posición de ciertas divisas en los países latinoamericanos, además de que la compañía ha llevado a cabo fuertes adquisiciones recientemente y esto podría llevar en el futuro a una dilución de su actual estructura accionarial".
16.000 millones en bonos
Según sus últimos resultados, el 54,7 por ciento de su cartera de inversiones está compuesto por deuda soberana, de la cual tres quintas partes provienen del Tesoro español. En el caso de un aumento del precio del dinero -las perspectivas de que esto ocurra apuntan ahora a diciembre de 2018, según Bloomberg-, el mercado de seguros que más se beneficiaría de unos tipos de interés más altos es el de vida, ya que ese tipo de productos "se cierran con la rentabilidad del mercado de los bonos y letras del estado", como explica Javier Bernat, de GVC Beka.
En el caso de Mapfre, las primas dedicadas a este tipo de seguros son solo del 22 por ciento del total. "Evidentemente no se habrá solucionado el problema, pero si la perspectiva es positiva, se podrían vender productos en teoría a un tipo de interés más atractivo", añade.