
Si hay un sector económico que se haya visto beneficiado por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, ese ha sido el bancario. El selectivo estadounidense que reúne a las firmas más grandes por capitalización de este ámbito, el S&P 500 Banks Industry, es uno de los más alcistas desde el pasado 4 de noviembre al revalorizarse más de un 33%. Un comportamiento muy superior al registrado por el propio S&P 500, que se anota en el mismo periodo de tiempo un 19%.
El rendimiento de los activos que mantienen en cartera por encima de lo esperado ha sido clave para explicar el buen comportamiento de este tipo de firmas en el mercado de renta variable. Eso, y evidentemente, la sensibilidad que tienen a las subidas del precio del dinero por parte de la Fed.
En este sentido, el recorrido que la media de firmas de inversión ven ahora en este tipo de valores, tras el rally alcista de los últimos 10 meses, es reducido. No en vano, de media, las entidades más capitalizadas del sector en EEUU sólo tienen un potencial del 6%. "Las valoraciones de los bancos han retrocedido desde el fervor inicial post-Trump", aseguran desde Citi. Empresas como JP Morgan o Bank of New York Mellon, son el mejor ejemplo. Se han quedado sin apenas recorrido para el consenso de mercado que las sigue... por ahora.
Sin embargo, en general, el deterioro de las recomendaciones ha sido manifiesto. De hecho, sólo Bank of America ha visto cómo los expertos le mejoraban su consejo en las últimas semanas hasta ser la firma con mejor recomendación del sector estadounidense.
En este sentido, las cuentas de Bank of America han sido las que más han crecido este trimestre entre las grandes del sector. Su beneficio por acción se elevó más de un 30% respecto al mismo periodo de 2016 y sus ganancias netas superaron los 5.000 millones, algo que no pasaba desde el segundo trimestre de 2015. "Continuamos viendo en Bank of America una oportunidad en relación al sector dado al beneficioso ahorro de gastos que presenta", aseguran desde JP Morgan. Y es que, desde el departamento de análisis de la entidad ven en ella una de las principales beneficiadas por el aumento de las tasas de interés.
Desde la llegada de Trump, la entidad central presidida por Yellen ha elevado hasta en 3 ocasiones los tipos de interés hasta dejarlos en el rango del 1-1,25%, algo que no ha pasado desapercibido para estas firmas. Pablo Iturriaga, analista de Tressis, señala que "una subida de tipos beneficia a sus márgenes y ayuda al crédito, su principal negocio que, además, es menos volátil que el trading". Y es que, este tipo de empresas se benefician directamente de tipos más altos porque su negocio está ligado a ellos.
"Los bancos aún pueden subir un 25% adicional dependiendo de la subida de tipos", afirman algunos analistas que, sin embargo, ven como única espita que abra la puerta a más alzas de valoración por parte del consenso de mercado. Al menos así ha ocurrido en las últimas semanas. Firmas como Bank of New York Mellon Corporation han visto cómo la valoración media de los expertos se incrementaba en cerca de un 7% en el último mes.