
Los analistas Christian Mueller-Glissmann y Alessio Rizzi, estrategas de Goldman Sachs, estiman en un análisis que el "régimen" de baja volatilidad que se apodera actualmente del mercado de renta variable de Estados Unidos cuenta con episodios similares desde 1928. De hecho contabiliza hasta un total de 14 casos en los que la volatilidad del S&P 500 se mantenía alrededor de los 10 puntos, que generalmente estuvieron caracterizados por repuntes momentáneos y que duraron al menos dos años.
"Históricamente, los repuntes de volatilidad han sido difíciles de predecir, ya que a menudo ocurren después de eventos geopolíticos impredecibles, como guerras y ataques terroristas o shocks financieros y económicos así como los llamados "desconocidos", como por ejemplo, el Lunes Negro de 1987", asegura el documento. También se incide en que "las recesiones y la ralentización del ciclo económico han dado lugar históricamente a un mayor régimen de volatilidad entre distintas clases de activos".
El Índice de Volatilidad de la Bolsa de Chicago (CBOE), conocido como VIX, se considera actualmente como el mejor indicador del miedo en el mercado. Este termómetro de volatilidad llegó a tocar los 9,37 puntos el mes pasado, su nivel más bajo en más de 24 años. Durante la jornada del miércoles, el índice caía levemente con respecto la jornada bursátil anterior y se situaba en los 11,19 puntos.
En estos momentos, con la atención puesta en la Reserva Federal y la posibilidad de un comienzo en la reducción de su balance en los próximos meses así como una tercera subida de tipos de interés, muchos inversores esperan que la volatilidad vuelva a repuntar. A las decisiones que tomen Janet Yellen y sus chicos hay que sumar las de otros bancos centrales que podrían estar preparándose para un comienzo moderado y progresivo hacia la normalización de sus políticas monetarias.
Dicho esto, a ojos de los expertos de Goldman, estos eventos no lograrán de forma sostenida romper con la tendencia de baja volatilidad que se apodera de los mercados. "La ruptura del régimen de baja volatilidad usualmente ha requerido un gran shock como, por ejemplo, una recesión o una guerra, mientras que la incertidumbre generada por los bancos centrales conduce a un aumento a corto plazo de la misma pero es poco probable que conduzca a un régimen sostenido de alta volatilidad", advierten.
Desde Goldman explican que, si bien los períodos de baja volatilidad no son inusuales, suelen producirse durante momentos de un sólido repunte macroeconómico y una inflación e intereses bajos, una situación que lleva reflejándose en el mercado desde comienzos de año. El banco capitaneado por Lloyd Blankfein considera que en estos momentos la posibilidad de una recesión en EEUU durante los próximos dos años es tan solo de un 25%.