
El apalancamiento de Meliá baja a pasos agigantados y, con la recuperación de la economía a su favor, ya hay quien apunta a que este proceso podría desembocar en que la hotelera vuelva a obtener calificación y que esta sea, además, de grado de inversión, nota que no luce desde 2013 -Moody's lo mantuvo hasta ese año, mientras que Fitch se lo arrebataron antes, en 2008 y y Standard and Poor's en 2005-
Fuentes de mercado aseguran que la compañía que preside Gabriel Escarrer se ha marcado como objetivo de largo plazo recuperar el investment grade, que le daría acceso más barato al mercado de capitales. De lograrlo, la prioridad de la hotelera sería la emisión de deuda en dólares, detallan estas mismas fuentes, siempre que las condiciones fuesen buenas. El propósito sería el de diversificar sus fuentes de financiación vía divisa.
El 48% del negocio de Meliá está expuesto a un dólar que, en lo que va de año, muestra grandes signos de debilidad perdiendo más de un 7% contra el euro. El sentido de lanzar deuda en dólares y no en otra moneda es, por tanto, el de obtener una cobertura natural que permitiera cubrir de forma automática la caja con la deuda. Aunque fuentes próximas a la hotelera descartan que esto se pueda producir a corto plazo, sí matizan que podría cuadrar en un futuro si, llegado el momento, el coste compensara hacerlo.
Por qué se espera
Que se especule con el regreso de Meliá Hotels al mercado de capitales no es casualidad, teniendo en cuenta cómo ha evolucionado su endeudamiento. La finalidad del grupo es que su ratio de apalancamiento acabe el año entre las 2/2,5 veces. La compañía asegura que estará en la parte baja del rango, lo que coincide con las estimaciones de los analistas, que prevén que termine el año en las 1,74 veces y que baje incluso por debajo de una vez en 2019 (ver gráfico). Y eso que no todas las estimaciones de los analistas recogen aún el 10 por ciento de los activos non core (no estratégicos) que Meliá tiene disponible para la venta, que equivalen a unos 300 millones de euros.
La idea de desprenderse de parte de los activos considerados no estratégicos es "reinvertir parte de los fondos obtenidos en la compra de activos Premium en destinos estratégicos", señala el equipo de análisis de Banco Sabadell. Los fondos obtenidos se destinarán "a proyectos vacacionales clave fundamentalmente en España", continúan, "donde van a invertir aproximadamente 450 millones de euros, dando lugar a importantes crecimientos del ebitda [beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones]".
La rotación de activos llega después de que "la división de Meliá en Estados Unidos haya reflejado una evolución plana en revpar (ocupación por precio), con señales de agotamiento en algunos mercados, donde se incluyen México y la República Dominicana", señalan en UBS. "Creemos que en España todavía existe margen de crecer, sobre todo tras la recuperación de los consumidores españoles", añade.
Después de que su ritmo de crecimiento no muestre signos de agotamiento -en 2016 abrió 19 establecimientos en 10 países a los que se sumarán 23 más este año en 15 países-, la media de bancos de inversión espera también que el ebitda de Meliá Hotels alcance los 314 millones de euros este año, cifra con la que fuentes próximas a la compañía dicen sentirse "cómodos"; y que el beneficio neto llegue a los 116 millones de euros a cierre de año.
Aunque actualmente toda la deuda que Meliá Hotels emitió en el pasado ya ha vencido, el grupo siempre ha sido muy activo a la hora de salir al mercado en busca de financiación. En su historial figuran desde preferentes, que ofreció canjear en 2012, hasta convertibles. Las últimas convertibles las lanzó en 2013 y las amortizó anticipadamente en abril del año pasado -llegaban a término el año que viene-.
La posibilidad de emitir deuda en dólares para protegerse del tipo de cambio es un camino por el que ya han optado otras cotizadas del Ibex 35 cuyos negocios también se encuentran expuestos a las oscilaciones de esta divisa por su exposición a Estados Unidos. Es el caso de ArcelorMittal, Abengoa o Iberdrola, según Bloomberg.
El grupo siderúrgico, que genera buena parte de su negocio al otro lado del Atlántico, ha sido uno el más activos en este sentido. Posee hasta diez emisiones en circulación en dólares, lanzadas entre 2008 y 2015. Abengoa cuenta con otras ocho; mientras que Iberdrola dispone de siete. Al margen de estas firmas con exposición a Estados Unidos, Telefónica también realizó una macro emisión en esta moneda este año en varias tandas por valor de 3.500 millones de dólares.
El dólar penaliza a Meliá
La debilidad del billete verde explica, no obstante, el deterioro que ha sufrido la recomendación que los analistas emiten sobre las acciones de Meliá, de mantener, a pesar de sus buenas perspectivas de negocio. Aunque hasta marzo lucía una de las tres mejores recomendaciones de compra de todo el Ibex, la fuerte subida de sus acciones en bolsa, superior al 19% en lo que va de año, y la fortaleza del euro provoca que corrija ya casi un 5% desde los máximos anuales que dibujó en febrero.
Cada título de la hotelera se intercambia ahora a 13,22 euros y la media de bancos de inversión considera que tienen margen para alcanzar los 14,49 euros a doce meses vista, lo que deja un potencial a la vista, todavía, del 9,6%.