
Cuando Theresa May convocó las elecciones en Reino Unido para el 8 de junio, todo apuntaba a que el timing elegido por la candidata conservadora era el perfecto y a que los tories arrasarían en los comicios. Ahora las encuestas en el país han cambiado y el partido laborista continúa recortando a un ritmo frenético la distancia con respecto a May.
Con unas elecciones mucho más apretadas de lo esperado hace solo unas semanas, los inversores han hecho suyo en los últimos días del mes el dicho de 'Sell in May and go away' (vende en mayo y huye). Durante el quinto mes del año la libra ha retrocedido cerca de un 4% frente al euro y ha caído hasta su nivel más bajo desde el mes de marzo.
Hasta hace solo unos días el mercado estaba asumiendo una mayoría amplia de los conservadores y, con ello, un Brexit relativamente duro, pero con una mayor facilidad para negociar al contar con cierta fortaleza en el Parlamento. Por lo que la amenaza no solo consiste en que pueda ganar el laborista Jeremy Corbyn, también en que exista un Gobierno inestable.
"Si los Conservadores ganan las elecciones pero no consiguen aumentar de forma significativa su mayoría, los mercados probablemente descontarán una probabilidad menor de que se consiga un acuerdo de transición y una mayor probabilidad de un no acuerdo, así como una perspectiva más incierta", indican en JP Morgan.
Si algo tienen claro los analistas es que en cualquier escenario de los no descontados por el mercado es que la libra -que aún acumula un rally del 4,5% frente al euro desde los mínimos de octubre- resultaría perdedora. "En caso de una victoria conservadora sin aumentar la mayoría de forma significativa, el avance de la divisa desde que se anunciaron las elecciones probablemente se revertiría", señalan en JP Morgan.
Una mayoría laborista
Aunque es un escenario que todavía no se ha planteado ni en las encuestas más favorables a los laboristas, una mayoría de estos provocaría grandes cambios en el mercado. Entre los planes de Corbyn está aumentar los impuestos corporativos, incrementar el gasto público y la nacionalización de algunas compañías.
Pero, ¿qué pasaría con la libra? Los últimos vaivenes de la divisa británica han estado movidos por la fortaleza de la posición de Reino Unido en su negociación para abandonar la UE y por la posibilidad de un Brexit más duro o más blando.
Con un Brexit blando, la divisa del país se revalorizaría, pero la postura del líder laborista con respecto a la salida de la Unión Europea no está tan clara. "Probablemente, la libra estaría dividida entre una probabilidad ligeramente más alta de un Brexit blando y los temores sobre un endeudamiento más elevado y un gobierno percibido como menos favorable para las empresas", explican en la entidad americana, donde concluyen que "la libra probablemente caería, aunque esto pudiera revertirse más tarde".