
La última semana de abril ha sido un soplo de aire fresco para los alcistas en renta variable europea. Los inversores se marcharon a casa el viernes anterior con la incertidumbre de la primera ronda de elecciones en Francia, y la posibilidad de que Le Pen consolidase su ataque a la presidencia del país galo con unos buenos resultados electorales. El desenlace, sin embargo, ha sido bien distinto, y el centrista Macron se postula ahora como el candidato casi seguro para dirigir el país durante los próximos años.
Este resultado ha gustado al mercado, que, según muchos analistas, no quería ni ver a una candidata como Le Pen, proteccionista y partidaria de que Francia salga de la eurozona, al frente del país. No hubo duda de esto, teniendo en cuenta la subida que vivieron las bolsas europeas el lunes, tras conocerse el resultado de los comicios: avances del entorno del 4% para Francia, Italia y el EuroStoxx, y de más del 3% para plazas como Alemania o España. El balance semanal es realmente positivo: el Dax, el Cac y el EuroStoxx han cerrado la semana más alcista de todo el ejercicio, con la salvedad del Ibex 35.
En el caso del selectivo español, la primera derrota de Le Pen ha dejado un suelo claro para el índice, en los niveles en los que cerró el viernes anterior. Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, explica que "la consolidación no pondrá en aprietos la tendencia alcista que definen los principales índices europeos a lo largo de los últimos meses mientras no provoque el cierre de los huecos que se generaron en la apertura del lunes al alza". El experto detalla que "para que estos huecos se mantengan abiertos es preciso que los índices no pierdan al cierre de una jornada los niveles donde se despidieron la semana pasada, tales como son los 10.377 puntos en el Ibex 35". De esta forma, el margen de caída que tiene el selectivo español sin que se produzca una corrección en la tendencia alcista es ahora de más del 3,1%, desde los 10.716 puntos actuales.
Banco Central Europeo y EEUU
Otro de los elementos más importantes a destacar esta semana es la reunión del Banco Central Europeo -BCE- que tuvo lugar el jueves. Mario Draghi, presidente de la entidad, no dio sustos a las bolsas y mantuvo su postura de que la política de estímulos es la adecuada ante la situación actual. De momento, todo seguirá igual y las compras de deuda continuarán hasta diciembre.
Los expertos encuestados por Bloomberg creen que en la próxima reunión, en junio, el BCE empezará a cambiar su postura, una previsión que puede apoyarse ahora en el dato de inflación subyacente -que excluye la energía y los alimentos frescos- que se publicó el viernes en la eurozona: este indicador, cuya debilidad exhibe Draghi como el gran indicio de que el rebote del IPC general no es convincente, se disparó durante el mes de abril -ver información inferior-.
En cuanto a Wall Street, a media sesión del viernes el Dow Jones subía en torno a un 2% semanal, mientras el S&P 500 hacía lo propio cerca del 1,5%. Esto, a pesar del mal dato de PIB que se conoció el viernes: durante el primer trimestre de 2017, la economía estadounidense creció a un 0,7%, por debajo de las previsiones que apuntaban al 1%. Si bien es cierto, como explican desde Bloomberg, que suele haber un componente estacional en este frenazo, y que normalmente el crecimiento no es muy fuerte durante los primeros tres meses del ejercicio, también destacan la debilidad que está viviendo el consumo en el país, que no era tan bajo en un trimestre desde el último de 2009.