Pudo ser peor, pero a estas alturas de poco sirve el consuelo: el Ibex 35 cerró en 8.353,2 puntos tras perder otro 5,2% y después de haber llegado a tocar mínimos intradía en 7.991,90. El desplome llegó a ser del 9,2% minutos antes de las 12 de la mañana e incluso corrieron rumores de que cerrarían los mercados. Las pérdidas semanales ascienden al 13,5%, mientras que en lo que va de año se sitúan en el 45%. Wall Street echó una mano en pleno desplome de euro y del petróleo, aunque ya sabemos que en Nueva York no se vende todo el pescado hasta la última media hora de sesión. Además, hoy, 24 de octubre, es el aniversario oficial del comienzo del crash de 1929. Sin duda, un tributo macabro a la que, hasta hoy, ha sido la madre de todas las crisis.
Así está el patio. Reuniones, cumbres políticas y ninguna confianza. Y es esa falta de confianza en los políticos y en sus medidas la que ha llevado al economista Nouriel Roubini, gurú por derecho de esta crisis, a pedir el cierre de los mercados en una confencia celebrada esta misma mañana en Madrid.
Y es que nadie se esperaba esto tras el cierre de anoche en EEUU, pero es que en Asia amanece muy temprano y lo hizo con riada de profit warnings. El resto vino solo porque compañías europeas como Air France o Volvo se sumaron al carro de las advertencias sobre beneficios. Así, los índices del Viejo Continente se lanzaron a por nuevos mínimos anuales mientras los futuros de Wall Street se sumaban a la orgía de los bajistas cayendo 550 puntos, el máximo permitido.
Cualquier tiempo pasado fue mejor, ya que todo el mundo dispara en la oscuridad recordando que, hace menos de un año, concretamente el 9 de noviembre de 2007, el Ibex 35 tocó máximos históricos intradía en 16.040 puntos.
Es decir, el doble del mínimo que se ha marcado este viernes macabro en el que los bajistas conmemoraron el aniversario oficial del crash de 1929: Nueva York vivió el 24 de octubre de ese año su jueves negro. Ya lo decía Mark Twain: "Octubre es uno de los meses particularmente peligrosos para especular en la bolsa. Los otros meses peligrosos son julio, enero, septiembre, abril, noviembre, mayo, marzo, junio, diciembre, agosto y febrero".
Ni rastro de un posible suelo
"El cierre semanal resultó terrible para el Ibex 35, se veía venir, pero menos dramático para el Eurostoxx pese a los nuevos mínimos en cierre y, sobre todo, al menos por ahora, lo es mucho menos dramático en el Standard & Poor's 500, que si ni quiera ha llegado a los mínimos previos", señalaba Carlos Doblado, de Bolságora, en Ecotrader.
"Así, el harami semanal del Ibex se ha roto pero no el harami como concepto consolidativo que augura un movimiento lateral tras la semana pasada. Lateral sigue Wall Street, y lateral seguirá el mercado europeo a poco que rebote en la jornada del lunes tal y como muestran en este momento posible sus futuros", añadía.
"Con todo, lo acontecido es un paso en más que refuerza la dirección analítica que tomamos la semana pasada tras constatar el despliegue de haramis de precio bajo: no estamos ante patrones de suelo sino ante pautas consolidativas dentro de una tendencia bajista en continuidad", advertía Doblado.
Santander perdió un 10,18%
El castigo a las empresas españolas se ha producido en un mercado muy nervioso y con los inversores atenazados por la posibilidad de una recesión mundial que también podría afectar a Latinoamérica, lo que castigaba particularmente a las empresas españolas con intereses en la zona, como Santander y BBVA.
"Es una sesión más en la que el pesimismo hace mella en las cotizaciones. Creemos que se está descontando un panorama excesivamente negativo", dijo a Reuters Iván San Félix, analista de Renta 4. "No descartamos nuevas bajadas de tipos para dar confianza y creemos que este fin de semana podría tomarse alguna medida de apoyo al sector financiero y a la economía real", añadió.
El principal banco español, el Santander, sufrió una de las mayores caídas de todos los tiempos en una jornada en la que incluso llegó a cotizar en mínimos históricos de 6,6 euros. Su acción terminó con una bajada del 10,18%. Por su parte, BBVA se desplomó otro 8,6%. "El Santander, BBVA y otras empresas con fuertes intereses están siendo además castigados con más fuerza por su exposición a Latinoamérica, que ahora mismo se ve como riesgo", comentó un operador.
Otra de las principales entidades financieras española, Banco Popular, se dejó un 5,63% tras presentar unos resultados ligeramente peores a los esperados por el mercado con un beneficio neto de 956,5 millones de euros. En una entrevista con Reuters, su consejero delegado, Roberto Higuera, dijo que el banco ve oportunidades de compra en Estados Unidos y que prevé más concursos de acreedores de empresas en España, especialmente del sector inmobiliario.
Telefónica, para la que América Latina supone el 37,4% de sus ingresos y el 34,4% de su resultado bruto de explotación, se dejó un 3,78%. Repsol-YPF, que tiene a Argentina como uno de sus mercados principales, retrocedió un 5,05%, mientras que Sacyr, que posee un 20% de la petrolera y que tiene que aportar garantías a medida que cae su participada, perdió un 2,74%. (Un vistazo al Ibex 35, al Eco 10 y al resto del mercado)