
Quien esperase una fuerte reacción alcista de las bolsas tras batir el Dow Jones los 20.000 puntos la pasada semana, todavía tendrá que tener paciencia. Las bolsas han cerrado una semana de descensos no muy pronunciados, que sólo superaron el 1% desde el lunes en el caso del Dax alemán, que perdió un 1,38%, hasta los 11.651 puntos. El EuroStoxx perdió un 0,9%, hasta los 3.273 puntos, el segundo índice más bajista de Europa en la semana, y el Ibex cerró el viernes con una caída semanal del 0,44%, hasta los 9.462 puntos.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, el portal de elEconomista de análisis técnico, explica que, después de probar la solidez de los máximos que se marcaron el pasado enero, "las caídas que se han visto esta semana han sido un amago bajista, pero el mercado sigue en consolidación. Ahora EEUU tiene un margen de caída del 2,5%, hasta los 2.233 puntos del S&P, y sólo si se pierden estos niveles se pone en riesgo el puzzle alcista. La consolidación pasaría a ser una corrección si esto ocurre". Ahora, los máximos de enero, que no se han conseguido romper, son el techo que hay que batir para confiar en mayores subidas.
Banca española y Donald Trump
La semana de la bolsa española ha estado marcada por la presentación de resultados de los grandes bancos que todavía no lo habían hecho: Bankia, BBVA, CaixaBank y Banco Popular lo hicieron, en ese orden, y en todos los casos su beneficio por acción -BPA- sorprendió negativamente a las previsiones que lanzaron los analistas encuestados por Bloomberg.
Banco Popular fue el peor parado, con pérdidas en 2016 que superaron los 3.000 millones de euros, por encima de lo previsto por el propio banco, unos resultados que le llevaron a ser la empresa más bajista de la semana en el Ibex, con pérdidas que superaron el 10%. Tras ella, la aerolínea IAG fue la más bajista de la semana, con caídas del 3,8%, lastrada por el miedo que ha generado entre los inversores que la política migratoria de Donald Trump afecte a sus beneficios.
El presidente estadounidense también afectó, como ya es habitual, a las bolsas mundiales durante esta semana. Desde Bloomberg explican que Trump está ultimando los detalles para reducir la regulación financiera en Estados Unidos, que pondrá límites a la Ley Dodd-Frank, firmada en 2010 por Barack Obama y que sirvió para que el estado tuviese un estrecho control a los grandes bancos, principalmente, para evitar que se repitiesen las prácticas que propiciaron la última crisis financiera. La esperanza de menos regulación hizo que los inversores comprasen el viernes acciones de empresas del sector, como Goldman Sachs, JPMorgan, Visa y American Express, las cuatro firmas que lideraron la parrilla de los alcistas durante la última jornada de la semana.
Sólo se compran bonos alemanes
La tónica siguió siendo de ventas generalizadas en los bonos: los títulos con vencimiento a 10 años de países como Italia, Francia, España y EEUU, continuaron cayendo en precio. Sin embargo, hubo una excepción: Alemania. Los inversores acudieron a comprar los títulos germanos de forma general, haciendo que el precio del Bund -el bono con vencimiento a 10 años- subiese en una semana por primera vez desde diciembre. Las pérdidas que sufrió la bolsa alemana, que fueron las más fuertes de Europa, pudieron hacer que el mercado se fijase en estos títulos de deuda como refugio alternativo.