
Este martes se han conocido los datos de aceptación del 'scrip dividend' de Repsol, que goza de buena salud. En concreto, según informó a la CNMV, los titulares del 79,75% de los derechos de asignación gratuita han optado por recibir nuevas acciones de la petrolera, lo que supone el nivel de aceptación más elevado del pago en acciones desde que Repsol optó por esta fórmula en julio de 2012.
Mediante el pago en 'papelitos', aquellos que eligen recibir el dividendo en efectivo ven como su participación en la compañía se diluye. El porcentaje de inversores que han elegido recibir la retribución en 'cash' ha caído desde el 35,5% del pago de julio del año pasado hasta el 20,25%. La anterior cifra más baja de aceptación del pago en efectivo de Repsol fue en julio de 2014, con un 24,2%.
Teniendo en cuenta que habitualmente tanto CaixaBank como Sacyr optan por la retribución en efectivo y que controlan el 18,4% de la firma -aunque después de este pago esta participación se diluirá-, la práctica totalidad del resto de accionistas ha optado por recibir nuevas acciones.
Podría pagar en efectivo
Con estos datos, el desembolso de la compañía se situará en 99 millones de euros y la firma presidida por Antonio Brufau ampliará capital en un 2,1%. A los precios actuales, los 0,35 euros distribuidos por la compañía implican un rendimiento del 2,5% después de haber decidido recortar su retribución a finales del pasado año.
De hecho, con las mejoras de las estimaciones de ganancias la empresa solo necesitaría el 70% de su beneficio si quisiera abonar sus pagos completamente en efectivo. Esta circunstancia supone un cambio con respecto a los últimos años, cuando habría tenido un 'payout' (porcentaje de las ganancias dedicadas a retribuir) superior al 100%.
Sube un 2,5%
La compañía ha comenzado el ejercicio con una subida del 2,5% en el parqué y durante los últimos 12 meses de la mano de la recuperación del petróleo y de las previsiones de ganancias sus títulos se han revalorizado más de un 57%.
Precisamente, durante la jornada de ayer tanto BMO Capital Markets como HSBC aumentaron el precio objetivo de la compañía hasta los 15 euros por acción, lo que implica un potencial del 9%, si bien ambas recomiendan mantener los títulos de la compañía. Además, Kepler Cheuvreux ha mejorado su consejo a comprar y fijado su precio justo también en los 15 euros.