Bolsa, mercados y cotizaciones

Invertir o no invertir: el dilema de Hamlet en un año de bolsa para valientes

Nuestro mercado bursátil ha sufrido en 2016 el año más complicado desde la desaparición de Lehman Brothers en 2008. Con una primera parte del ejercicio dominada por las caídas, el segundo semestre ha sido bastante errático, y sólo un muy brillante diciembre ha permitido alcanzar un cierre con un mínimo del 2% de pérdidas.

De las grandes plazas europeas, sólo el Ibex 35 español y el MIB italiano han cerrado en negativo (-2 % y -10 % respectivamente, en este último caso lastrado por el peso de la banca transalpina, en situación delicada), mientras que el resto de índices mostraron números negros (el DAX alemán casi un 7% arriba, el CAC francés +5 %, el Eurostoxx 50 +0,7% y el FTSE londinense con un sorprendente +14%, a pesar del Brexit).

Al otro lado del Atlántico el Dow Jones crecía un 13,6%, el S&P 500 alcanzaba casi un +10% y el Nasdaq 100 llegaba al +6%, con un comportamiento más favorable que las bolsas del Viejo Continente.

En España, los tres valores más alcistas durante 2016 han sido Arcelor Mittal, Acerinox y Repsol, mientras que el furgón de cola viene encabezado por Popular, IAG y Cellnex. Las últimas sesiones del año han sido bastante anodinas, alejadas de las sesiones alcistas de otros años, típicas de la mejora de resultados impulsadas por los inversores.

Año de incertidumbre política

¿Y qué podemos esperar para el ejercicio 2017? Se trata de un año con gran incertidumbre política, por lo que la predicción es más complicada que en otras ocasiones, y no existe un claro consenso de analistas al respecto.

Si bien por fundamentales las bolsas europeas están más baratas que la neoyorquina, y yo diría que quizás el mercado más atractivo a priori sería el francés, estamos ante un año electoral en Francia, en Alemania y ante gobiernos débiles en Italia y en España recién estrenados, por lo que el gran reto es saber si los partidos tradicionales podrán batir a los populismos, o por el contrario asistiremos a nuevas sorpresas electorales. En cualquier caso, esta situación afectará a los mercados bursátiles, al menos coyunturalmente.

También habrá que esperar a los efectos que la solicitud oficial del Brexit en marzo, así como la marcha de las negociaciones, operen sobre las bolsas europeas. Por tanto, en Europa la expectativa sería la de un 2017 con vaivenes, quizás mejor en el segundo semestre del año, en el que el panorama político se despejará.

En Estados Unidos los valores arrancan el año 2017 más caros relativamente en relación a Europa, pero si la administración Trump cumpliera con su anuncio de recortes impositivos cabría esperar una mejora de los resultados de las compañías cotizadas, que abaratara las actuales cotizaciones, aunque no es fácil saber la velocidad de aplicación de las medidas anunciadas por la nueva administración norteamericana, así como el tiempo que, una vez adoptadas, tardaría el parquet en descontarlas. Por el contrario, un anunciado retroceso del comercio mundial afectaría negativamente a los mercados.

En España, el dilema hamletiano también se produce. Por fundamentales tenemos un tercio del selectivo en posición de compra, mientras que el análisis técnico nos hace esperar un correctivo tras el excelente +7,6% del Ibex 35 en diciembre de 2016, el mejor diciembre en 20 años, por lo que sería mejor mantener una cierta posición de liquidez y esperar acontecimientos durante las primeras sesiones de 2017.

Si finalmente el nuevo Gobierno se consolida y tenemos presupuestos para 2017, cabría esperar un buen año desde el punto de vista macroeconómico, aunque el incremento del impuesto de sociedades no ayudará a los valores de las compañías cotizadas, por lo que en el mejor escenario se podría esperar un año 2017 ligeramente positivo, pero desde luego más cercano a crecimientos del 3% - 5% que no de dos dígitos.

En conclusión, el año 2017 será seguramente un ejercicio variable en las bolsas, incluso algo errático en momentos coyunturales, probablemente mejor en la segunda mitad, cuando se despejen las incertidumbres políticas a ambos lados del Atlántico, si bien debemos tener en cuenta también los riesgos geopolíticos globales (como la inestable situación en Oriente Medio o el terrorismo yihadista internacional), así como la previsible alza de tipos de interés por los bancos centrales durante el año, lo que lastraría igualmente los mercados de renta variable.

En España es previsible un mejor comportamiento del Ibex 35 que en el año que terminó, pero tampoco con grandes alegrías, y siempre y cuando no tengamos nuevos "sustos"bancarios como el protagonizado por Popular en 2016. En definitiva, "ser o no ser", como dijo Hamlet, "invertir o no invertir": 2017 es un año para valientes, pero sobre todo para aquellos que sean prudentes, compren barato y atiendan a los interesantes fundamentales que muchos valores del mercado ofrecen ya en estos momentos. Feliz 2017 bursátil para todos.

Félix Aguado, profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF)

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