Bolsa, mercados y cotizaciones

Cazadores en las tormentas: la osadía de comprar en bolsa lo que nadie quiere

Imagen: Getty.

"Las aerolíneas son un sector totalmente defenestrado por la mayoría de los inversores", escribía Arturo Benito, gestor de Avance Global en un reciente post en Finect, la red social financiera. Sin embargo, pese a este pesimismo general imperante, se mostraba positivo: "Creemos que la consolidación que está experimentando el sector está ayudando mucho a su saneamiento. Además, el precio del petróleo y la creciente demanda de vuelos per cápita ofrecen soporte. IAG es la posición más grande del fondo", añadía con la acción de la aerolínea prácticamente en mínimos.

En las últimas semanas, Benito ha visto con agrado como el grupo propietario de Iberia se venía arriba, en un buen ejemplo de lo que puede ocurrir cuando el mercado está excesivamente negativo con un sector o una compañía.

A IAG le había venido toda una tormenta perfecta, que la ha convertido en uno de los peores valores de la bolsa española en el año. Primero, por la propia debilidad del sector, en zona de mínimos por valoración; segundo, por la recuperación del crudo desde mínimos; tercero, por el Brexit, que la afectaba tanto por incertidumbre económica como por la depreciación de la libra; y, por último, por negociaciones laborales con la plantilla.

Claro, todo esto ya se sabía en mercado, todas estas malas noticias ya estaban recogidas en el precio de la acción, por lo que ha bastado algunas noticias en dirección contraria para que la acción se haya dado la vuelta por completo, con una subida superior al 25% en apenas dos semanas.

Lo mismo ha pasado en las últimas semanas con muchos bancos en Europa cuya situación es objetivamente complicada pero que también ha rebotado desde mínimos con fuerza, con excepción del Popular y otros bancos en problemas. "El sector financiero en Europa tiene muchos problemas, pero todos son muy conocidos. No negamos las dificultades, pero pensamos que muchas están ya recogidas en los precios actuales", explicaba Michael Barakos.

También lo veían así desde Bestinver, que en los últimos meses ha ido elevando el peso de los bancos en cartera hasta superar ya el 12%, "una posición significativa pero no determinante". Desde la gestora explicaban en un evento reciente con clientes que en algunas de estas posiciones, como la que tienen en el holandés ING Direct, sólo el paso del tiempo será beneficioso para la inversión, siempre que no haya nuevas sorpresas negativas.

Pero no vale con comprar cualquier compañía en mínimos, claro. De hecho, muchas de las compañías que pierden el favor de los inversores lo hacen justificadamente. La clave, recuerdan los gestores, es conocer muy bien las compañías en las que se invierte, hacer un análisis en detalle de sus cuentas y realizar un seguimiento continuo.

Sólo teniendo hecha la tarea previamente, es posible comprar cuando el valor está a precios de saldo porque el pesimismo es excesivo. Lo explicaba así Jaume Puig, de GVC Gaesco Beja, en un evento con clientes en Madrid: "A principios de año, cuando Prosegur cotizaba a 4,4 euros, analizamos la compañía, vimos que valía 6,6 euros según nuestros cálculos y compramos. Entonces, a aquellos precios nadie la quería. Cuando ha llegado a 6,6 euros, que era nuestra valoración y decidimos vender, todo el mundo la quería".

Atención en las próximas semanas si gana Trump... Quizá haya muchas tormentas perfectas esperando a la vuelta de la esquina.

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